La Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) denunció hoy que “la industria europea de biodiesel nuevamente insta a la Unión Europea (UE) a romper las reglas del comercio global para protegerla de productores extranjeros más eficientes”.
La Cámara Europea del Biodiesel (EBB, en sus siglas en inglés) emprendió una campaña tanto ante la Comisión como los Estados de la UE para intentar promover una nuevo bloqueo comercial al biodiesel argentino.
“La Comisión Europea es consciente de que en el presente caso no hay evidencia real de subsidios o daños a la industria europea de biodiesel “, dijo el presidente de Carbio, Luis Zubizarreta, por medio de un comunicado.
A comienzos de este año las autoridades de la UE iniciaron una nueva investigación contra el biodiesel argentino en base a argumentos –como el diferencial del valor interno de la soja generado por la aplicación de derechos de exportación– que fue refutado por la Organización Mundial de Comercio (OMC) en la causa iniciada por la Argentina luego del primer bloqueo comercial instrumentado por la UE en 2013 (motivo por el cual, según lo dispuesto por la OMC, el biodiesel argentino pudo volver a ingresar a ese mercado a partir de septiembre del año pasado).
“Además de ser totalmente infundadas, las críticas de la EBB contra los productores argentinos ignoran su propio entorno de mercado altamente distorsionado y subsidiado”, indicó Carbio.
“Los productores de biodiesel en la UE se benefician de un mercado fuertemente regulado que incluye leyes de precios oficiales, con precios máximos de diesel que obligan a los distribuidores a absorber el costo. Adicionalmente, el biodiesel de la UE se produce principalmente a partir de la colza (el 70% de la colza europea se cultiva solo para la producción de biodiesel), que está muy subvencionada por la Política Agrícola Común de la UE”, añadió.
“Finalmente, la propia UE cobra impuestos diferenciales con un arancel de importación sobre el biodiesel del 6,5% en comparación con un arancel de importación sobre la soja del 0%. El arancel diferencial de importación de la UE, que ofrece protección explícita a la industria del biodiesel de la UE, es más del doble que el de Argentina para los mismos productos”, explicó el comunicado de Carbio.
Además, señaló que los Estados miembros de la UE ofrecen numerosos esquemas de incentivos nacionales a los productores europeos de biodiesel. Por ejemplo: el gobierno polaco recientemente reforzó las distorsiones en su mercado interno a través de una ley que reduce los requisitos de mezcla cuando se usa biodiesel producido en Polonia.
“La transición de Europa hacia una economía más ecológica, así como la de sus consumidores e industria, se beneficiarán de la posibilidad de importar biocombustibles de origen sostenible a precios competitivos. Otro conjunto de derechos ilegales solo distorsionará aún más el mercado europeo y desvirtuará los incentivos para los inversores y consumidores. Carbio, por lo tanto, sigue confiando en que la UE estará a la altura de sus creencias declaradas de apoyar el medio ambiente, las instituciones internacionales y el comercio justo y basado en normas”, apuntó Zubizarreta. El mercado de la UE es actualmente el principal mercado de exportación del biodiesel argentino.