Hamburguesa, burger, hamburger, hampurilainen, pljeskavica, patty, hamborgari , 堡, バーガー… Ya sea en castellano, inglés o en otras múltiples lenguas, la hamburguesa es hoy en día uno de los derivados cárnicos que mayor difusión a nivel mundial ha tenido desde su creación. Las cadenas de comida rápida, sin duda, han influido en ello. Puede parecer fácil pero la elaboración de un producto como este requiere de una amplia parte de la tecnología cárnica que hoy nos podemos encontrar en el mercado.
Lejos queda una de las primeras referencias históricas de ello, que podemos encontrar en 1837, en el restaurante Delmonico de Nueva York en el que se ofrecían “filetes de Hamburgo” en su primera carta, a 10 centavos de dólar, el doble del valor de las chuletas de cerdo, las de ternera o el asado de carne.
Han pasado más de 100 años desde que en 1921, Billy Ingram y Walter Anderson abrieron el primer establecimiento de hamburguesas de comida rápida, denominada White Castle y ubicada en Wichita, Kansas.
Ahora, en 2024, elaborar millones y millones de hamburguesas tal y como se hacen a diaro, ya sean para su comercialización a través de los lineales o para que sean consumidas en el canal de la restauración, requiere de todo un proceso estandarizado e industrializado que abarca desde la selección del ganado y la carne con la que se elabora hasta la formulación de las hamburguesas, su envasado, o congelado y posterior distribución.
Hoy 28 de mayo se celebra el Día Mundial de la Hamburguesa. Por eso queremos recuperar nuestro Sala de Despiece dedicado a la hamburguesa, en el que analizamos toda la tecnología cárnica que se encuentra entre dos panes, en sus manos. Selección del ganado, ingredientes, el picado, el moldeado, su paso por el detector de metales o visión de rayos X, túnel de congelación o zona de envasado, distribución… Un recorrido completo por los «filetes de Hamburgo» del siglo XXI. Cojan su acompañamiento y bebida favoritos y disfruten de la lectura:
Fuente: eurocarne.com
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