Las perspectivas climáticas del próximo trimestre son buenas para la recta final del trigo y el desarrollo de la soja y el maíz «La mayoría de los modelos climáticos coinciden en predecir una transición a una fase cálida del fenómeno durante los próximos meses, con más del 60 % de probabilidad de ocurrencia de un evento El Niño durante el próximo verano austral», confirmó Roberto De Ruyver, investigador del Instituto de Clima y Agua del INTA.
Para el especialista esto representa «un factor favorable» en relación a la posibilidad de tener suficiente agua de lluvia disponible para el normal desarrollo de los cultivos de la campaña gruesa.
El fenómeno de El Niño supone el aumento de la temperatura del agua en el océano Pacífico ecuatorial y es un factor que incrementa las lluvias en el centro de la Argentina, en el Litoral y en el sur de Brasil, entre otras regiones.
«La tendencia actual de precipitaciones para el trimestre noviembre-enero indica una mayor probabilidad de lluvias entre normales a superiores a las normales sobre las regiones pampeana, NEA y este del NOA», detalló.
A su vez, se estima una probabilidad de ocurrencia de lluvias entre normales a inferiores a las normales para el oeste del noroeste argentino y el sur de la Patagonia. En cambio, para la región Cuyo, el centro y norte de la Patagonia, el centro del noroeste argentino, la región Cuyo y el oeste de La Pampa se prevé un trimestre con precipitaciones normales.
De todos modos, De Ruyver advirtió que «no se descarta la ocurrencia de eventos de precipitación locamente más intensos que los normales sobre el centro y norte del país durante los próximos meses».
En cuanto a las temperaturas, los pronósticos coinciden en indicar una mayor de probabilidad de ocurrencia de temperaturas medias para el trimestre superiores a las normales sobre las regiones del NOA, norte de la región Chaqueña, norte del NEA y Cuyo.