El gobierno de Javier Milei tomó una serie de medidas para estimular la exportación de carne vacuna que apuntaron a mejorar la competitividad del sector. pero las empresas siguen operando a pérdida, según indicaron desde diferentes empresas frigoríficas.
Primero, a principio de año, se decidió eliminar restricciones como los cupos de exportación y otros controles que había impuesto la gestión anterior. Más recientemente se redujeron las retenciones generales que tributaba la carne vacuna del 9% al 6,75%, aunque ese tributo se redujo a 0% en el caso de la carne de la categorías vacas.
Todo esas medidas fueron aplaudidas por la cadena cárnica, pero por ahora no alcanzan para que el negocio recupere rentabilidad, dijeron las fuentes.
Sucede que la quita de derechos de exportación para las vacas “se trasladó directamente al precios de la hacienda por la falta de oferta y la industria no vio nada del beneficio”, según contaron directivos del frigorífico Logros, donde consideraron que “se trata de uno los peores semestres de los últimos 30 años”, y acotaron: “Seguimos complicados por nuestros costos siguen altos, entre ellos y principalmente los de la hacienda”.
Otro importante empresario exportador de carne vacuna señaló: “El negocio en general para los frigoríficos está bastante complicado. Los precios de mercados como el de la Cuota Hilton, Israel y Chile son estables, sin estridencias y los de China algo mejoraron respecto del nivel crítico al cual había llegado. El global se trabaja a pérdida”.
En el último mes los precios de la carne que se exporta a China mejoraron entre 5% y 8%. Por cortes como garrón y brazuelo se pagan 4500 dólares por toneladas, y por los sets de vacas entre 4100 y 4300 dólares. Son precios que salieron del estancamiento, pero que según los industriales no compensan la suba de los costos, entre ellos los de la materia prima.
Esta semana los precios de las vacas, de cuya faena se obtiene la carne que va a ese mercado, tuvieron un promedio de 1400 pesos por kilo vivo en el Mercado Agroganadero de Cañuelas, lo que significa un incremento mucho mayor al de la carne.
En el caso de los novillos, los negocios se cierran en 3900/4100 pesos por kilo de carne en gancho. Según referentes de la exportación, esos precios están entre 300 y 500 pesos por encima de la capacidad de pago del sector.
Ese valor se traduce en un costo de más de 4 dólares por kilo de carne, lo que supera incluso a los precios de Uruguay y queda también atrás de los 3,80 dólares que se pagan en Brasil.
Tanto en vacas como en novillos, la escasa oferta local es la que impulsa las cotizaciones, más que la rebaja de retenciones. “El novillo Hilton casi no existe”, dijo un consignatario consultado, que agregó: “La oferta de vacas es menor por una cuestión estacional, ya que terminaron los tactos”.
Como en una encerrona, en este contexto las industrias no tienen otra alternativa que pagar más de lo que pueden porque es más costoso no faenar que operar a pérdida.
FUENTE: Bichos de Campo
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