En las últimas semanas se han registrado varios casos de atracos, abigeatos y hurtos de toda índole con un aumento significativo de los índice delictivos en la zona rural pampeana.
La lista de las casos es extensa y abarca a casi todo el territorio pampeano, sin desconocer que este, no es un fenómeno exclusivo de La Pampa.
Pero llama la atención los casos seguidos de abigeatos en varios lugares del centro provincial, y varios casos no denunciados ante las autoridades policiales.
En la actualidad, son cada vez menos familias y/o encargados que viven en los campos. Por lo tanto se encuentran vacíos y por ende, esta situación favorece el accionar de los amantes de lo ajeno.
Pero antes la consulta periodística de De frente al Campo, no solo los campos sin ocupación permanente están en la mira, sino también se describen casos en los cuales se afecta la propiedad privada en establecimientos con ocupantes en los mismos. Lo que hace aún más grave la situación. Entre los casos más reciente se describe lo ocurrido en un campo en General Acha, La Gloria, Eduardo Castex, Tomas M. Anchorena y el más resonante fue en cercanías de Rucanelo, donde los malhechores no solo se llevaron dinero, sino que maltraron a golpes y maniataron a los propietarios del establecimiento.
Con lo cual el problema no es si los campos están vacíos o ocupados sino que la problemática es aún mayor, o por lo menos la tendencia es llamativa.
¡Cual será la solución para generar la tranquilidad que ostentaba el campo tradicionalmente? es el gran interrogante. Para ello, deberán trabajar con mayor vehemencia y en forma conjunta el propio sector afectado (productores y entidades rurales) y las fuerzas policiales.
Los próximos tiempos serán momentos en los cuales quienes vivan en los campo (productores, mensuales, o los circunstanciales ocupantes de los campos) tendrán que arbitrar mayores medidas de seguridad, tal vez como en los grandes centros urbanos.
Por la tendencia parecería que esto recién empieza…