Comenzó el 18 de septiembre la primera edición del curso de extensión organizado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Mediante las articulaciones entre el Organismo y el programa Pro-Huerta del INTA fue planificada una actualización en sanidad, inocuidad y normativas vigentes para la producción agropecuaria, destinada a los técnicos que acompañan mediante asistencia técnica a los productores de la agricultura familiar.
La Coordinación de Agricultura Familiar, con la participación de la Dirección Nacional de Sanidad Animal del Senasa y el INTA, buscan en este curso de formador de formadores brindar nuevas herramientas para mejorar la asistencia técnica de los agentes del INTA y tener un impacto positivo directo en las condiciones de sanidad e inocuidad de las producciones y de los productos que elabora la agricultura familiar.
Esta herramienta formativa está destinada a ciento veinte técnicos y extensionistas del centro y norte del país que se desempeñan como promotores-facilitadores de grupos de abastecimiento local, vinculados a proyectos especiales del Programa, que asisten a productores familiares y organizaciones relacionadas.
Se inició con una primera etapa de trabajo virtual cuyos principales contenidos son: estructura y funciones principales del Senasa y tres módulos con las enfermedades bajo control del Organismo de mayor impacto en la actividad de la agricultura familiar. El cierre de la capacitación será a través de un encuentro presencial en territorio.
A través de los Proyectos Cambio Rural I y II y de los Proyectos Especiales de Pro- Huerta 2016 y 2017 (INTA-MDS) se pudo dimensionar una fuerte necesidad de acompañamiento técnico a los productores y organizaciones de la AFCI en dos grandes ejes: por un lado el manejo y estado sanitario en la producción primaria animal y, por otro, la inocuidad en el procesamiento de las materias primas y agregado de valor a los productos que elabora el sector. Trabajar en estos aspectos permitiría adquirir las certificaciones necesarias para ubicar las producciones en los diferentes mercados.
Se prevé continuar con un nuevo curso de igual formato que aborde temas vinculados con el agregado de valor de las materias primas que produce el sector, con enfoque en la inocuidad y las normas vigentes, que incluirá la participación de docentes del Instituto Nacional de Alimentos (INAL-Anmat).
Si bien los técnicos y profesionales en territorio conocen el rol del Senasa, el funcionamiento del Sistema Nacional de Control de Alimentos (SNCA) y las normas vigentes que se implementan, se considera necesaria la actualización e intercambio entre los técnicos de las instituciones participantes, así como acompañar desde el Estado el proceso de adecuación y resolución de problemáticas que pudieran presentarse.
