Pero no las retenciones directas, es decir, las que se descuentan directamente de los valores de exportación FOB, sino las retenciones indirectas, las cuales, aunque muchos no lo sepan, son bastante más gravosas.
Las autoridades monetarias vienen “pisando” el tipo de cambio oficial al tiempo que el tipo de cambio de mercado (MEP o CCL) está aumentando no porque haya un problema inmediato de acceso a divisas, sino porque el comportamiento del gobierno argentino viene mostrando señales por demás erráticas.
En ese marco, las “retenciones cambiarias” en soja, que hasta la semana pasada estaban en torno al 36%, hoy lunes saltaron para ubicarse en casi un 38%.
Vale recordar que la soja en la Argentina tiene un precio intervenido por un derecho de exportación del 33,0% que se aplica sobre el valor FOB de la oleaginosa.
Pero además el principal cultivo presente en el país está gravado por una “retención cambiaria” que se aplica, claro, no sólo a la oleaginosa, sino a todos los bienes y servicios exportables, pero que en el caso del poroto es particularmente dañino porque debe tributar una “retención directa” equivalente a un tercio de su valor FOB.
La “retención cambiaria” es producto, precisamente, del “cepo cambiario” instrumentado por el gobierno de Mauricio Macri a comienzos de septiembre de 2019 por medio de la comunicación “A” 6770 del Banco Central (BCRA) y reforzado por la actual gestión de Alberto Fernández.
Para medir el impacto de la “retención cambiaria” es necesario recurrir al denominado “dólar bolsa” o “dólar MEP”, el cual se obtiene al comprar un bono argentino en pesos (AY24) que posteriormente es transformado en otro bono en dólares (AY24D).
Sin “retención cambiaria”, el empresario agrícola argentino estaría recibiendo hoy unos 52.500 $/tonelada al vender soja Rosario disponible, mientras que el precio con “retención cambiaria” es de 32.600 $/tonelada. Eso porque mientras que el tipo de cambio oficial, es decir, intervenido por el gobierno nacional, se encuentra en 98,2 $/u$s, el dólar MEP cotiza en 150,2 $/u$s. Y en el caso de los granos se aplica específicamente el tipo de cambio comprador BNA (92,5 $/u$s), con lo cual el efecto es mucho más pernicioso.
La “retención cambiaria”, al igual que la inflación, es un impuesto indirecto o “encubierto”, pero con la particularidad de que termina distorsionando los valores relativos de los diferentes bienes presentes en la economía, fenómeno que, continuado en el tiempo, puede producir desinversiones en áreas estratégicas o promoverlas en otras no esenciales.
FUENTE: BICHOS de CAMPO / VALOR SOJA –