Los frigoríficos de Santa Fe pusieron el grito en el cielo ante la posibilidad de un riesgo sanitario. La industria denunció que las curtiembres no cumplen el retiro del 100 % de los cueros y la situación generó alarma en la industria. Otro conflicto en puerta.
“Es una gran preocupación el tema del cuero por lo sanitario”, comentó a Agrofy News el presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA), Sebastián Bendayán. El dirigente remarcó que desde los frigoríficos reportaron el problema desde los primeros días de diciembre.
Esta situación generó alarma y preocupación porque las curtiembres no retiran los cueros y las plantas deben encontrar una salida. Por las características del cuero, que es un desecho especial, no puede ir a un relleno sanitario por la contaminación.
Por este motivo, los frigoríficos, principalmente los alejados de las curtiembres, están en problemas. En Santa Fe existen dos plantas que reciben el cuero: en Esperanza y Las Toscas.
“El 50 % de las plantas está con este problema. Es un costo para la industria y un problema a resolver”, sostuvo el gerente de un establecimiento con este inconveniente. La industria denunció la falta de retiros y que las curtiembres argumentaron que están con excedidos en el stock.
Desde las cámaras de los frigoríficos piden a las curtiembres que restablezcan el retiro. Al mismo tiempo, solicitaron medidas al Estado para solucionar el problema y evitar un problema sanitario. Por ahora sin respuestas.
Actualmente, las plantas que tienen este problema salan los cueros y los almacenan. Sin embargo, sostuvieron que, si esta situación no cambia, están próximos a colapsar el almacenamiento.
Crisis del cuero
La problemática del cuero y los frigoríficos no es nueva. Actualmente, las plantas se desprenden del cuero y se los venden a las curtiembres. El reclamo es histórico, ya que los únicos con posibilidades de exportar a costos razonables son las curtiembres.
La industria cárnica puede exportar, pero debe pagar retenciones por el precio FOB del cuero en la cotización en Chicago. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) explicó que, en los años 70, la exportación de cueros crudos no industrializados se prohibió en Argentina para proteger la industria nacional.
En 1992, se habilitó la exportación con un arancel del 15 %. “El sector curtidor siguió protegido, ya que la base sobre la que se aplica dicho tributo es la cotización en Chicago, Estados Unidos, del cuero de novillo con marca en culata (Butt Branded Steer) más costo de flete, determinando una alícuota efectiva muy superior a la nominal. De esta manera, el precio del cuero argentino pierde competitividad en el mundo, aun pudiendo ofrecer una muy alta calidad”, comentó la BCR.
De esta manera, los frigoríficos quedan, por el precio, excluidos de la exportación. Al mismo tiempo, no se pueden quedar con el cuero y se lo venden a las curtiembres por un precio menor. Según la distancia del frigorífico a la curtiembre, el precio ronda entre 2 y 3 pesos por kilo.
La industria vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de exportar los cueros para generar una rentabilidad y ser competitivos. Durante el gobierno de Mauricio Macri se otorgó una reducción de las retenciones, pero fue temporal.
Por su parte, Alberto Fernández hizo lo propio en 2020 cuando suspendió los derechos de exportación a los cueros por 60 días. En ese momento, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca consideró que el stock disponible y sin procesar podría significar un riesgo sanitario y ambiental.
Por el momento, los frigoríficos sostuvieron que pueden salar y almacenar los cueros para cuando se regularice el retiro. Sin embargo, señalaron que esta medida no podrá ser por mucho tiempo más y necesitan una respuesta. De lo contrario, es un riesgo sanitario.
Fuente: news.agrofy.com.ar