El inicio de semana fue de mucho dolor para la familia Miretti, que posee un tambo y cabaña (La Luisa) de Holando Argentino en Ataliva, provincia de Santa Fe. A las 3 de la tarde encontraron muerta a Magenta, una vaca excelente 91 puntos, que había sido Vaca del Año 2017, y Campeona Argentina 2 años senior 2016, Campeona Argentina 3 años senior 2017 y Vaca del año 2017, y volvió a ser Campeona Argentina en 2018.
“Magenta era una hija de Reginald (un toro canadiense), y su madre era Huesca, vaca cuyo propietario era Fernando Martínez de Cabaña La Sorianita II, oriundo de esa ciudad española”, indicó Alejandro Miretti, quien es el responsable genético de la cabaña.
Fue Gran Campeona en la Expo Rural Rafaela 2017 y 2018, Gran Campeona en la Fiesta Nacional del Holando en La Playosa (Córdoba) y ganó premios en decenas de exposiciones entre ellas la Finaco de San Vicente.
“Estaba calificada como excelente 91 puntos y en 2017 produjo más de 17.000 litros en 365 días. Con tres lactancias cerradas ya era vitalicia, es decir había dado más de 50.000 litros de leche”, indicó Miretti. Agregó que “tenía mucha fortaleza lechera, era una vaca increíble muy ancha, de mucha profundidad, con mucha clase, y tenía una con una ubre de gran calidad, muy alta y muy ancha”, indicó uno de los hijos de Guillermo Miretti, el gran hacedor de La Luisa.
Preguntado por el desenlace indicó: “El año pasado la vaca estaba vacía porque no la pudimos preñar, había tenido una neumonía y no lo logramos. Posiblemente esa fue la causa de su deceso, una complicación en su salud con ese origen. Nos apareció muerta a las 15.00 horas”.
En 2016 su hermana (Húngara) había sido vaca del año y era también hija de Huesca
De la profunda tristeza a una inmensa alegría
Aun reponiéndose del golpe que significó la muerte de Magenta, los Miretti siguieron trabajando duro y se prepararon para una suerte de revancha. Venían viendo que una vaca Registro de Cría de su plantel estaba produciendo de una manera formidable y el martes era el momento del control lechero.
Cuando terminaron las mediciones, el lactómetro dictó sentencia: La vaca dio 88 litros en 24 horas. “Es una vaca excepcional, una vaca RC que habíamos comprado a La Vigilancia de Agramin. Está en su cuarta lactancia y fue Gran Campeona RC en Rafaela, Finaco y la MIL 2018. En su tercera lactancia dio 20.300 litros en 365 días y volvió a parir a mediados de junio, y dio 65 litros en el control a los 15 de parida y ahora en un control de ayer a la tarde (por el martes 4 de agosto) dio 88 litros”, puntualizó Alejandro Miretti.
“Ella es hija de Shadow y la madre es una Frosty (ver foto de portada). Es vitalicia con 3 lactancias y es muy similar a la otra que se nos murió es decir fortaleza, vaca profunda, en este caso es de tamaño moderado, pero tiene un sistema mamario excepcional”, dijo Miretti y se animó a decir que “si a esta vaca le haríamos tres ordeñes y la tratáremos de manera especial, estoy seguro que superaría los 100 litros, e incluso más allá, porque su vida es de una vaca suelta, sin una atención especial, que come pasto a campo (alfalfa), un balanceado y silo de maíz”.
La cabaña La Luisa y el tambo comercial de los Miretti presenta números envidiables, muy por encima del promedio zonal: Con 83 vacas de elite, la cabaña produce 38 litros por vaca, en tanto que en el tambo comercial tienen 440 vacas, con un promedio de29 litros.
La mirada de un experto
En su Facebook, Horacio “Hacho” Larrea quien asesora a la cabaña escribió: “En mi última visita a La Luisa había visto a esta hija de B-Crest Shadow por madre Frosty, que había parido por cuarta vez. Si bien es una vaca muy conocida en Argentina por haber descollado en exposiciones desde su primer parto y mostrando año a año una marcada evolución, la verdad que suelta en el corral se mostraba impresionante!. Había cerrado su tercer lactancia con más de 20.000 kgs., pero ya mostraba que estaba dando un mar de leche con poco tiempo de parida, pero los 88 litros que acaba de hacer ayer en dos ordeñes es un logro extraordinario, sobre todo luciendo de la forma en que luce, con un sistema mamario de excepción.
“Por algo los Miretti la llaman la Nemesis, por su parecido a la inolvidable hija de Goldwyn que tantas satisfacciones diera a la Cabaña, pero quizás ya empiece a merecer un nombre propio, ya que es el sueño de todo tambero: una petisa fuerte, agresiva, sana, fértil, e increíblemente lechera. Con muchas vacas como ella, seguro que es más fácil hacer lecherías rentables”, agregó Hacho.
Felicitó a José, María (sus cuidadores que en la foto que puede verse más arriba posan junto a la vaca) y al resto del equipo de La Luisa: “Como siempre, un enorme reconocimiento a aquellos que la cuidan todos los días, porque si no sería imposible que se mantuviera como está, aunque sin duda ella hace su parte, y se sabe hacer querer. No hay tambero genuino que no sienta orgullo de ordeñar una gran vaca, una de esas que hacen olvidar los sacrificios diarios de la dura vida que les ha tocado, dando rienda suelta al amor y la pasión por su noble oficio”.