Parecía un respiro y una salida al conflicto, pero la ilusión duró poco. Algunos pensaron que el aumento de la tarifa del transporte de cereal en un 12% iba a destrabar el conflicto, pero al cierre de esta edición los Transportistas de Granos Autoconvocados (TGA) continuaban en las rutas en varios puntos del país, cuando la protesta cumple hoy diez días.
Ayer, el Ministerio de Transporte anunció que los productores, los dadores de carga y los transportistas llegaron a un acuerdo para que la tarifa nacional de referencia se incremente un 12%. Luego de una intensa negociación, a las 14 el incremento estaba cerrado.
Al finalizar el encuentro, el comunicado de la cartera que dirige Guillermo Dietrich fue contundente: explicaron que los transportistas autoconvocados no integraron la reunión y que los piquetes en diversas rutas del país provocaron la «caída de las exportaciones y problemas para la producción de harinas».
Del encuentro participaron la Federación de Transportadores Argentinos (Fetra), la Confederación Argentina del Transporte Automotor de Cargas (Catac), la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas, la Sociedad Rural Argentina (SRA), la Federación Agraria Argentina, Coninagro y Confederaciones Rurales Argentinas. Según la cartera de Transporte, esta fue la quinta mesa de diálogo en los últimos dos años.
Al respecto, Daniel Pelegrina, presidente de la SRA, dijo: «No tenemos comunicación con los autoconvocados. Fue una reunión acordada hace varias semanas que nada tiene que ver con el conflicto. La tarifa que se definió es orientativa: la contratación de los fletes es libre. Para reforzar la institucionalidad de la mesa, todos los presentes decidimos repudiar los hechos de violencia». Respecto del conflicto y el desabastecimiento de productos e insumos, Pelegrina afirmó: «Pasan los días y la situación se va deteriorando».
Del otro lado del mostrador, mientras la reunión tenía lugar, un grupo de transportistas autoconvocados volvieron a presentar un nuevo petitorio al ministro Dietrich donde realizaron el reclamo de tarifa única (ya habían entregado uno el viernes pasado). Desde el Ministerio de Transporte confirmaron a LA NACION que les responderán formalmente la semana que viene.
Referencia
Mientras Catac comunicó que se llegó a un acuerdo para actualizar la tarifa de referencia con un arranque de $123,62 el kilómetro por tonelada, fuentes de la Federación Nacional de Acopiadores de Granos, que también participaron del encuentro, dijeron que existen varios acopios que ya realizaron denuncias penales en contra de los transportistas.
Con el correr de las horas, comenzó a circular una versión de que los transportistas abandonaban las rutas. La respuesta no tardó en llegar: «El paro sigue firme», escribió un autoconvocado a LA NACION.
«No nos preocupa que aumenten la tarifa al 12, al 15 o al 20% si a mí después no me la pagan», dijo Aldo Neuman, camionero, de 60 años, desde su casa en Darregueira, Buenos Aires. «Acá el problema no es aumentar el flete: si la tarifa es 10, a mí me pagan 6 o 5. No tenemos ningún gremio que nos defienda y nadie que controle. Hace más de diez años que ocurre esto y resulta muy difícil mantener el vehículo: lo único que estamos pidiendo es que la tarifa sea ley para que se la respete en todo el país», señaló Neuman.
Desde Las Varillas, Córdoba, Néstor Gianesini fue tajante: «El paro sigue por tiempo indeterminado». El camionero dijo que en el corte había unas 50 personas y que solo demoraban entre 4 y 8 horas a los transportistas de cereal y les pedían una «colaboración de tiempo» de 15 a 30 minutos a los de carga general.
Según la Bolsa de Comercio de Rosario, ayer ingresaron en los puertos y plantas del Gran Rosario 660 camiones. «El promedio semanal es de 858 vehículos por día. Si lo comparamos con la semana del 22 al 27 enero, cuando el conflicto no existía, el promedio era de 3200 vehículos por día: una reducción de 73%».
Francisco Schang, gerente de la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal, dijo que existen inconvenientes muy serios en el abastecimiento de empresas asociadas al sector. «Los camiones no pueden ingresar en las zonas de Carlos Casares, 9 de Julio, Bolívar, La Carlota, Laboulaye, Jesús María, Cañada de Gómez y Angélica, lo cual está provocando paros en plantas donde trabajan cientos de empleados», confirmó.
Fuente: La Nación