En 2017 el país vecino superó a los orientales en u$s1.200 millones
Los datos de comercio exterior para la Argentina publicados esta semana por el INDEC hablan de una reducción en el déficit comercial con Brasil que en el mes de enero fue de 575 millones de dólares un 26% menos que el déficit registrado en el mes de diciembre.
Lo malo es que si se mide el mes de enero de 2018 con igual mes de 2017 el resultado marca un escenario diferente: el déficit el año pasado fue de 336 millones de dólares, y el mes pasado aumentó en 239 millones de dólares.
El pasado fue un año particularmente malo para el comercio exterior argentino con un saldo negativo en 12 meses de 8.471 millones de dólares. Esa fue la diferencia entre lo que se vendió como país y lo que se compró al resto del mundo. Y es un indicador de la capacidad de generar divisas que tiene la economía argentina, actualmente teñida de un intenso color bermellón.
Durante mucho tiempo, China fue para la Argentina -como para casi todo el mundo- el país que más déficit provocaba en el comercio bilateral. Eso se revirtió en 2017 cuando el rojo para la Argentina en el intercambio con Brasil superó al déficit con China en algo más de 1.200 millones de dólares.
Pero en el primer mes de 2018, nuevamente el saldo comercial con la República Popular se disparó y superó los mil millones de dólares, casi el doble del registrado con Brasil en el mismo mes. Y también casi el doble del déficit que Argentina tuvo con China en enero de 2017.
La incapacidad de la Argentina para generar saldos comerciales globales favorables persiste desde hace 14 meses de manera consecutiva y a niveles récord. Nada menos que el ex ministro Alfonso De Pray Gay lo remarcó esta misma semana. El ex funcionario de Cambiemos recomendó que el Gobierno ponga más atención en mejorar “el nivel de exportaciones”. Planteó que el déficit comercial es mucho “más preocupante” que el fiscal si se sostiene en el tiempo.