En abril cayeron tanto en la comparación interanual como en relación a marzo. El aporte del gigante sudamericano se redujo en 11 puntos y el de la Argentina en uno, mientras subieron las ventas de Australia, Uruguay, Nueva Zelandia y EE.UU.
En abril, China importó 183 mil t peso embarque de carnes vacunas, 10 mil menos que hace un año y 30 mil menos que en marzo.
En el primer cuatrimestre sumó 817 mil t versus 703 mil del mismo período de 2022.
Pero la comparación simple de estas cifras puede ser engañosa.
Este abril faltó buena parte de la contribución que hace Brasil, principal abastecedor, a causa del caso de vaca loca que lo mantuvo un mes fuera del mercado.
Y durante el primer cuatrimestre del año pasado sucedió algo similar, cuando Brasil estuvo más de tres meses suspendido.
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Las exportaciones brasileñas de estas primeras semanas de mayo indican que China aumentará sus importaciones durante junio-julio.
Para dar una idea del impacto del faltante brasileño, baste decir que, en marzo, China importó 83 mil t desde Brasil y en abril sólo logró 53 mil, o sea, la misma medida en que bajó sus compras totales entre ambos meses.
¿Rebote de precios?
Desde el precio récord logrado en julio pasado hasta el valor de marzo, el promedio CIF de la importación china de carne congelada sin hueso, principal producto que demanda, había bajado mes tras mes sin pausa, con una media de casi USD300 por mes.
En abril interrumpió esa caída y subió 165 dólares.
¿Será un primer indicio de una reversión en la tendencia bajista o sólo significará una pausa en ese camino?
No obstante, a lo largo de cada uno de los meses del primer cuatrimestre, la cotización de ese tipo de carne resultó alrededor del 20% inferior en forma interanual.
Cambios en la participación de los proveedores
En abril, Brasil aportó el 29% de las importaciones chinas, 11 puntos menos que en marzo. La Argentina también bajó, pero sólo un punto. Esto fue aprovechado por Australia, Uruguay, Nueva Zelandia y EE.UU., que subieron entre 4 y 2 puntos cada uno.
Una mención especial apunta al hecho de que Brasil representó el 50% en el último trimestre de 2022, con lo que cabe preguntarse si su menor cuota de mercado se debe sólo al accidente de vaca loca o si hay algún otro problema estructural que puede estar afectando la relación comercial en carnes entre ambos países.