Una medida con la que se venia especulando desde fines de 2016 se volvió una realidad esta semana cuando Estados Unidos anunció un fuerte aumento en los aranceles a la importación de biodiesel de nuestro país, algo que paraliza los embarques del biocombustible argentino al país del norte.
Desde el equipo de análisis de mercado de fyo, integrado por Paula Broglia, Paula Piccolo y Dante Romano, compartieron su vision sobre una situación que por el momento se presenta como compleja no solo para la industria procesadora, sino que también para las exportaciones y la economía de nuestro país.
Desde fyo explicaron que el supuesto dumping se basa en el diferencial arancelario que hay por los derechos de exportación de poroto de soja (30%), aceite de soja al (27%) y biodiésel(0%). Un argumento que utilizó Europa y que, tras 34 meses de litigio, nuestro país logró un fallo favorable de la Organización Mundial del Comercio.
Ahora el problema es que mientras se busque revertir la reciente decisión de Estados Unidos, los derechos a la importación estarán vigentes.
QUÉ IMPLICA PARA EL SECTOR
Desde fyo sostienen que «para el país es un retroceso porque el biodiésel es un producto que agrega valor sobre el aceite común». Aquí el impacto más directo lo tienen las empresas del sector que hicieron inversiones muy grandes y que ahora no pueden aprovecharlas.
Por otro lado, en lo que refiere al empleo, desde fyo comentaron: «El sector genera muchos, pero de ellos no todos están directamente relacionados con la producción de biocombustibles. La mayor parte se emplea en la originación y procesamiento de poroto de soja. Luego la planta en sí está muy automatizada. Igualmente son empleados muy calificados y de trabajo muy específico«.
¿Y para los productores?
A nivel de productor, la pregunta es si esto implicará una caída en el precio del poroto: «El margen de ganancia del procesador de biodiésel en general no se trasladaba al productor»
Sin embargo el productor si se acostumbró a recibir la prima EPA (5 a 10 U$S/tt): «La bonificación se generaba en que Estados Unidos requería que se pudiera demostrar que el biodiesel utilizado proviniera de campos que ya eran agrícolas antes del 2008, cuando se comenzó con el corte obligatorio de biocombustibles«.
Así es que si no se puede exportar a Estados Unidos, obviamente estas primas desaparecerán. De todas formas, «el hecho de que el país del norte tendrá que reemplazar el biodiésel importado con producción local implica que tendrá que consumir más poroto de soja y ello elevó los precios del mismo, compensando en parte el efecto».
Si bien en el mercado local no hubo impacto sobre el precio, se cree que el aumento del consumo interno de aceite de soja por parte de Estados Unidos va a implicar la molienda de un mayor volumen de soja y esto genera una mayor cantidad de harina de soja como sub-producto.
«Este punto si puede generar bajas en el precio de la harina de soja, siendo un problema paraArgentina ya que el Indec informó que en 2016 el sub-producto fue el de mayor participación de las exportaciones del país con ingresos de US$ 9971 millones y esto puede generar un impacto en el valor de la tonelada de poroto de soja«.
¿COMO REEMPLAZAR A ESTADOS UNIDOS?
«La principal esperanza es que Europa en Septiem reabra finalmente el mercado, con una sentencia de la OMC que está firme», comentaron desde fyo.
La producción de biodiesel en nuestro país es de 3 millones de toneladas al año, de las cuales 1,1 millones se destina al mercado interno y el resto se exporta, con Estados Unidos como principal destino. Antes el principal destino era Europa, pero desde que instauraron derechos deimportación antidumping dicho mercado se reemplazo con el país del norte.
«Otros destinos también fueron restringiendo sus compras, pero como Estados Unidos estaba muy firme no había preocupación», agregó el equipo de análisis de fyo.
Incrementar el consumo interno también sería otra posibilidad, aunque «ni siquiera duplicando el corte del 10% actual se lograría llegar a los volúmenes que se requieren para suplir a Estados Unidos». La propuesta de Carbio es pasar a un 12% en general, y transporte de cargas/pasajeros al 20%. En este punto hay resistencia de automotrices y formuladores de combustible.
