Es cierto que durante 2017 se conformó la Mesa de las Carnes para hacer foco en la competitividad del sector; también crecieron las exportaciones que venían de niveles prácticamente nulos; pero en lo que respecta a la producción primaria, queda mucho camino por recorrer. Lo cierto es que los ganaderos están lejos de experimentar ese «boom» que el marketing quiso instalar y la realidad es bien distinta.
«Desde hace un poco más de dos años comenzó un círculo virtuoso cargado más de expectativas que de resultados concretos desde lo económico; se volvió a recrear el circuito de cría, inverne y engorde de animales con un proceso rápido de incremento de las exportaciones que permite tener hoy una equilibrada plataforma de despegue.
Pero si analizamos sector por sector, vamos a ver que todos han mejorado aunque sus rentabilidades sean en algunos casos inferiores a la inflación anual, lo cual demuestra que en términos reales no estamos mejor. Por supuesto que un análisis de rentabilidad no es el único ítem a tener en cuenta, pero sí el único que en el tiempo garantiza sustentabilidad.
Este será un punto para revertir», explica en un editorial Raúl Milano, director ejecutivo de Rosgan.
Así es que aquí entran diversas cuestiones a tener en cuenta, porque todavía no se pudo avanzar en la recuperación necesaria del rodeo vacuno para abastecer el fuerte mercado interno y la exportación.
Un capítulo aparte se lleva la necesidad de crecer en envíos de cortes vacunos de mayor valor.
«El dato clave del sector es que es una cadena de ciclos biológicos largos que posee formatos de crecimientos sostenidos, pero no rimbombantes. La recomposición del stock logrado después de la pérdida de más de 10 millones de cabezas ubicado hoy en 54 millones de cabezas posee ya un crecimiento más lento y no augura grandes volúmenes de terneros nuevos, porque la retención ha aminorado, pero sobre todo porque la demanda china de carne produjo una faena creciente de vacas, donde limpian todo lo que pisa pero también se llevan muchas vacas CUT que habitualmente dejaban unos cuantos terneros al año resultado de preñeces generales.
El gordo pareciera ir encontrado un techo y así lo demuestra el Mercado de Liniers, cuando aparecen volúmenes importantes solamente los mejores lotes tienen colocación sostenida y el resto hace su recorrido de precios de acuerdo con el bolsillo de la población.
El año 2017 fue bueno y permitió recuperar unos cuantos kilos anuales per cápita al consumo, pero los años pares nunca son años electorales y la demanda estará más contenida por el incremento del resto de los gastos de la población», detalla Milano.
Ahora en cuanto a las expectativas concretas, el director del Rosgan es claro: «Con un toque de realismo debemos pensar que la diferencia en la cadena tanto de productores como invernadores, feedloteros y frigoríficos estará asentada más en la búsqueda de la eficiencia que en los golpes de mercado que vía precio produzcan grandes modificaciones.
La cadena está ingresando responsablemente a un nuevo proceso histórico de crecimiento sostenido, con apertura de los mercados mundiales a sus cortes y con un mercado interno que actúa como plataforma de lanzamiento».
Fuente: Diario Ámbito Financiero