A pesar de alcanzar niveles récord de importación de carnes vacunas y porcinas en 2020, China viene teniendo un desempeño con altibajos, derivados de la crisis comercial de fines de 2019 y, luego, por los efectos de la pandemia y la posterior reactivación.
Comenzó el año con 300 mil t peso embarque en el primer bimestre (seguramente a causa de los problemas producto de la cuarentena los datos de enero y de febrero no están disponibles en forma separada como para tener mayor certeza), llegó a un pico de más de 200 mil t en marzo, luego un bache de abril a junio de 160 mil t promedio, con valle en mayo, para luego recuperar las 200 mil t en julio, con una pequeña reducción de 15 mil en agosto.
Los proveedores
Brasil se destacó como principal proveedor durante todo el año y su participación fue creciendo más allá de las oscilaciones en las cantidades totales. De un tercio del total a principios de año, terminó agosto con la mitad del mercado.
La Argentina fue el segundo proveedor en importancia también en cada uno de los meses, sin cambiar demasiado su participación de entre el 20 y el 25%, con pico del 27%.
El tercero fue Australia, con un camino marcadamente descendente. Del 20% inicial, que lo sostuvo hasta mayo, bajó a menos de la mitad en el último mes con datos. Desde mayo que quedó sin la habilitación de sus principales cuatro plantas, a la que se agregó una quinta en julio. Acá hubo problemas políticos también, que distanciaron a ambos países. Asimismo en julio, por haber alcanzado el tope marcado en el acuerdo de libre comercio con China, dejó de tener aranceles más favorables y los vio aumentados hasta el nivel de todos los demás concurrentes.
Le sigue Uruguay, con niveles de entre 10 y 14%, que no es ni la sombra de lo que fue en 2019.
Después Nueva Zelandia termina el pelotón de los principales cinco, con tendencia levemente declinante.
Mucho más atrás, continúan EE.UU. y Canadá con no más del 2 ó 1% cada uno. Las restricciones sobre trazabilidad y prohibición de ractopamina ponen un límite a la competitividad de América del Norte. También influyen los sobrearanceles que sufre Estados Unidos, derivados de la guerra comercial entre ambas potencias, reavivada desde 2018.
El siguiente gráfico muestra la evolución de cada uno de esos cinco proveedores a lo largo de estos ocho meses.
En definitiva, se registraron los siguientes avances y retrocesos en relación a los mismos meses de 2019:
– Brasil alcanzó el 39% desde el 20% del año pasado
– La Argentina creció del 22 al 24%
– Australia pasó del 18 al 15%.
– Uruguay del 20 al 12%.
– Nueva Zelandia decreció del 15 al 9%.
En definitiva, el gran ganador fue Brasil y la Argentina logró mantener su posición.
Precios en baja
Otra característica de las importaciones chinas de este año fue la declinación de sus precios promedio.
De los USD 6.000 que promedió en el primer bimestre la tonelada de carne congelada sin hueso, principal rubro de sus compras, fue bajando USD 300 por mes en el trimestre marzo-mayo, USD 100 más en junio, casi sin cambios en julio u otros USD 200 en agosto.
Este precio resultó de USD 4.700 ó 21% menor al de principios de año.