Hay incertidumbre sobre la evolución de las tres variables en los próximos meses y cómo impactaría sobre los precios
En el primer trimestre del año los volúmenes producidos y consumidos en el mercado interno de carne bovina cayeron un 8% y 18% respectivamente respecto a similar período del 2023; mientras que los envíos al exterior mostraron tasa positiva, con un notable aumento del 23%, según un informe elaborado por el Ieral (Fundación Mediterránea).
“Se trata de variaciones muy fuertes en las tres variables fundamentales del mercado, que obedecen a distintos motivos (cambio de signo en el ciclo ganadero, caída de ingresos en el mercado local), pero luce poco probable que estos guarismos se mantengan en lo que resta del año, particularmente la caída del consumo, que debería empezar a recuperarse, y el incremento de las exportaciones, en un contexto de mayor demanda local y mercado chino en retroceso”, explicó Franco Artusso, economista del Ieral y autor del informe.
Es diferente el caso para la producción, que lleva 20 años sin crecer en Argentina. Los niveles de producción alcanzados en años recientes (2021/23) son en verdad muy semejantes a los de inicios de siglo (2004/06), con una tasa de crecimiento prácticamente nula en ese período (0,13% promedio anual), una dinámica que contrasta fuertemente con la que mostraron otras cadenas cárnicas durante similar período.
“Para tener referencia, en paralelo al estancamiento vacuno, la producción de pollo y cerdo creció de manera casi ininterrumpida durante esos años (+5,3% promedio anual y 7,7% respectivamente)”, observó Artusso.
El impacto en los precios
En el primer trimestre del año, el precio al consumidor de la carne vacuna promedió $6.792 / kilo (a valores de marzo) según el relevamiento mensual que realiza el IPCVA. Se trata de un número 10,9% mayor al del primer trimestre 2023 y 11,8% mayor al promedio de los últimos 17 años ($6.077).
En los próximos meses, la evolución de las variables fundamentales del mercado determinará lo que suceda con los precios. “Si el ciclo ganadero se estaciona en una fase de retención, la producción de carne se ubicará definitivamente un escalón por debajo del año pasado, generando presiones a la revalorización de la hacienda; respecto a la demanda en el plano local, el consumo dependerá de la velocidad e intensidad de la recuperación de la economía y del espacio que quede en los presupuestos de las familias, luego de un ajuste de precios relativos que incluye servicios públicos y otros que son muy relevantes en la canasta de las clases medias”, analizó el especialista.
En el frente externo, si bien la dinámica de las exportaciones está siendo muy alentadora, aparecen algunas dudas en cuanto a la continuidad del proceso a ese ritmo, por la caída de las importaciones chinas (principal cliente del país) y la reducción de márgenes que genera el encarecimiento de la hacienda en moneda dura observado en últimos meses.
Caen las existencias ganaderas
Se publicó recientemente el dato de existencias bovinas a fines de 2023. El país contaba entonces con un rodeo de 52,8 millones de cabezas, mostrando un ajuste del 2,7% respecto al cierre del 2022 (1,46 millones de cabezas menos). De las 10 principales provincias ganaderas (93% del rodeo total), los ajustes más fuertes se observaron en Córdoba (-4,9%), Santiago del Estero (-4,4%), Santa Fe (-4,3%) y Entre Ríos (-4,0%). Le siguieron La Pampa (-3,3%), Corrientes (-3,0%), Buenos Aires (-2,8%) y Chaco (-2,2%). En San Luis se mantuvo y sólo creció en Formosa (+3,3%).
Tomando perspectiva, a fines del 2007 el país contaba con 58,8 millones de bovinos según Senasa; sólo 3 años después, con una política pública muy agresiva hacia la actividad, la cifra bajó a 48,8 millones, un fuerte ajuste para un período tan corto.
En los años siguientes las existencias se recuperarían, pero nunca lograron volver a los niveles previos de la intervención del mercado. En efecto, el rodeo de 2023 (52,8 millones) se ubica 10,2% por debajo del tamaño que tenía 17 años atrás (una pérdida de 6 millones de cabezas).
“El ajuste observado en las existencias a nivel nacional durante el período 2007-2022 encuentra su correlato en casi en todas las provincias líderes. Sólo Santiago del Estero cuenta actualmente con un rodeo similar al que tenía 17 años atrás (+0,3%) y la provincia que menos perdió fue Entre Ríos (- 4,2%). En las restantes provincias relevantes la actividad se contrajo en forma importante”, detalló Franco Artusso.
Los casos más impactantes se dan en Santa Fe, Corrientes y Córdoba, con rodeos que son hoy entre 16 y 22% más chicos que los que tenían en 2007, respectivamente. Un escalón debajo les sigue La Pampa, con un rodeo 13% inferior al de aquel entonces, y luego vienen San Luis, Formosa, Chaco y Buenos Aires, con pérdidas de entre 7,5 y 8,5% del rodeo, respectivamente.
FUENTE: Infobae
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