El embajador en Brasil Daniel Scioli se reunió con los directivos de Marfrig, que importa hamburguesas desde Argentina. Israel pide por los cortes kosher.
El cierre a las exportaciones de carne determinada por el Gobierno argentino en la noche del lunes, pero oficializada 48 horas después, sembró la alarma dentro y fuera de las fronteras del país. El pedido de reapertura fue recibido en Brasil por el embajador argentino en ese país, Daniel Scioli, quien en persona se reunió con empresarios matarifes. “Queremos creer que es una medida temporaria”, dijo el CEO global de la empresa Marfrig. Además, hay presiones desde Israel para que se habiliten los cortes kosher hacia ese país.
Marfrig realiza inversiones en Argentina desde 2006. En 2019 recompró Quickfood (líder local en producción de hamburguesas), pero también este mismo año hizo lo propio con Campos del Tesoro, proveedor de McDonald’s. En lo que va de 2021, la empresa brasileña invirtió en su planta de Pilar unos u$s 4 millones.
“Esperamos que rápidamente se reabran las exportaciones porque son fundamentales para este tipo de industria y para una empresa como nosotros”, le manifestó el CEO Miguel Gularte al embajador.
Por su parte, Scioli explicó cómo es el proceso de trabajo conjunto entre las plantas de Marfrig en Argentina y Brasil. “El producto hamburguesa es emblemático en la mesa de los argentinos, se produce con carne que se exporta de Brasil y se industrializa en la Argentina. Eso es lo que estamos buscando, la industrialización de la materia prima sin afectar el mercado interno. Hay un compromiso de poder ordenar esto y resolverlo”, expresó el funcionario, exgobernador de Buenos Aires, excandidato a Presidente en 2015 y vicepresidente durante la presidencia de Néstor Kirchner.
“Pensaban que no iba a venir por lo que está ocurriendo con la prohibición de exportación de carne pero me pareció muy importante los resultados de este encuentro que hemos tenido”, dijo Scioli. Además, contó que se comunicó con el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación para “darles previsibilidad y certidumbre a los industriales”.
Fuerte presión desde Israel
El mercado de la carne kosher es un elemento clave en la relación comercial con Israel. El país es el segundo importador de carne argentina, detrás de China y por encima de Chile, y el cierre de las exportaciones anunciado por el Gobierno del Frente de Todos golpeó duro en las operaciones.
Si bien se especula con que este tipo de cortes, cuya producción no aborda el proceso tradicional que tienen el resto de las carnes, la medida interrumpió una operatividad que en 2020 superó las 27.000 toneladas, un total de casi u$s 190 millones.
“Cuando llamé a los clientes en Israel y Estados Unidos me dijeron que directamente busque otros frigoríficos en el Uruguay para proveerlos. Ellos necesitan la mercadería y no confían en la política del gobierno argentino. Tienen una incertidumbre total y no quieren quedarse sin carne para su negocio”, dijo Martín Kessler, uno de los encargados de Frigorífico Federal de Quilmes, al diario La Nación.
“Están reventando la industria. Esta medida mata el negocio exportador. Muchas familias viven de la exportación como despachantes de aduana y fleteros: es una cadena que la rompen sin sentido. En el negocio uno debe asegurar calidad, precio y tiempo y en el último fallamos”, aseguró.
Desde la planta ubicada en el partido de Quilmes explicaron en este momento hay contratos firmados con cadenas de supermercados en Israel, los cuales, en estas condiciones, no se pueden sostener.
“No los podemos abastecer”, se lamentó Kessler.
FUENTE: AGRO 24 – www.a24.com –