Frigoríficos, matarifes y abastecedores aseguran que las curtiembres no están recolectando los cueros de las plantas de faena.
Si bien sostienen que la labor que realizan las curtidoras está dentro de las actividades esenciales dispuestas por el aislamiento social, preventivo y obligatorio, desde los establecimientos de faena advierten que no están cumpliendo con el retiro del subproducto.
Desde la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores se instó a las autoridades y a la industria del cuero a resolver en forma perentoria el levantamiento y comercialización.
La permanencia de los cueros en las plantas no solo complica la disponibilidad de espacio sino también la imposibilidad de su tratamiento (con sal) para evitar la contaminación.
A diferencia de lo que ocurre con el cuero, en el resto de los subproductos, como por ejemplo el sebo, su recolección de las plantas es normal.
Peligro
«Todos los integrantes de la cadena de la carne vacuna nos hemos comprometido a mantener la normalidad del abastecimiento y de los precios para que la familia argentina no sufra más inconvenientes en el marco de esta coyuntura que nos toca vivir a los argentinos y al mundo», advierten desde la cámara que agrupa a los abastecedores y matarifes.
Desde el sector frigorífico y abastecedor aseguran que este impedimento no solo incrementará los costos de producción, sino que puede provocar en el corto plazo la paralización de las plantas de faena, con el consecuente desabastecimiento, especulación y aumento de precios.
«Si el frigorífico debe afrontar la conservación o desnaturalización de los cueros, ese mayor costo va a impactar en el valor final de la carne», admiten desde la industria.
«Es por ello que solicitamos la inmediata solución de esta problemática, instando a las curtiembres a normalizar sus operaciones y servicios o que encontremos por parte del Estado un acompañamiento y solución al menos transitoria para no parar la Industria y la comercialización», indicaron los matarifes y abastecedores.