El Gobierno dará a conocer el mecanismo mediante el cual se controlarán las ventas al exterior de carne. El instrumento, ya lo tiene. Son las DJEC que creó el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca para controlar la exportación de carne desde una oficina del Estado.
ROEs a pleno para la carne
«Hay dudas sobre cómo se va a instrumentar», comentan en el sector cárnico, haciendo referencia a cómo será el cálculo para exportar al 50% de lo alcanzado durante el año pasado.
Dejando afuera las cuotas, como la Hilton, 481 y las ventas a Estados Unidos (a lo que se suman las ventas a Israel), serían unas 150.000 toneladas. Si a eso se le suma la restricción del 50% se alcanzaría 1/3 de la exportación del 2020 en el mejor de los casos.
«Es gravísimo y deja un precedente acá al menos hasta que el mandato del Gobierno finalice», agrega un analista del mercado que prefirió no revelar su identidad hasta que se conozca el detalle de la nueva apertura.
En este sentido, más allá de cómo se instrumente la reapertura del comercio externo, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca usará todo el poder de las Declaraciones Juradas para la Exportación de Carne (DJEC) que reglamentó días antes del cierre de exportaciones.
Estas DJEC tienen grandes similitudes a los ROEs y traen un muy mal recuerdo para el sector. Juan Manuel Garzón, economista del IERAL de Fundación Mediterranea, recordó que más allá del cierre de exportaciones que por ahora es temporal, el Gobierno creó una Declaración Jurada que permite controlar el comercio exterior de carne desde una oficina del Estado.
A continuación, un repaso del IERAL con los principales resultados del proceso anterior de intervención de 2005-2015:
Un repaso de los principales resultados del proceso de intervención de 2005-2015:
- Las exportaciones se redujeron en un 65%, el país pasó del 8,9% al 5,0% del mercado global, perdiendo aproximadamente USD 1.500 millones anuales
- La producción de carne se redujo en unos 20 kilos per cápita (24%)
- El consumo interno, si bien subió en los primeros años, terminó resignando 5 kilos por habitante año (de 62 a 57)
- Las existencias de ganado se redujeron en 10 millones de cabezas, una descapitalización estimada en USD 4.900 millones a precios de la época
- Los precios internos crecieron al mismo ritmo que la inflación y por debajo de los salarios, hasta que se revirtió el ciclo ganadero: en 2010 el valor de la carne se ubicó muy por encima del que tenía a inicios del proceso (en términos reales) y los salarios quedaron con igual o menor poder adquisitivo en términos del producto