Las exportaciones agroindustriales en general no terminan de tener una reacción fuerte. De 22 cadenas que monitorea el Ieral, de la Fundación Mediterránea, en 11 las ventas al exterior cayeron en la comparación interanual. En 10 subieron y en una se mantienen. Como las que pierden tienen más peso, el global de las ventas al exterior se redujo un 3,6 por ciento.
El trabajo, del economista del Ieral Juan Manuel Garzón, indica que, en términos generales, las exportaciones agroindustriales parecen estar más condicionadas por la dinámica de las cantidades que por lo que está sucediendo con los precios.
En materia de precios de exportación, los valores medios de este año son bastante similares a los de 2016, aunque los matices al interior de los distintos grupos y cadenas productivas son importantes.
Hay productos con valores medios de exportación más altos en lo que va del año (azúcar, porotos, papas procesadas, aceite de soja, lácteos), y otros con precios más bajos (arándanos, hortalizas varias, pasta de madera, harina de soja, harina de trigo, carne bovina).
En términos generales, están más impactadas por factores locales (como competitividad o clima) que afectan negativamente las cantidades colocadas, que por un problema de precios internacionales o de condiciones externas.
Según el informe, todas las cadenas realizaron colocaciones en los primeros nueve meses del año por US$ 24.682, un retroceso del 3,6% respecto a 2016 y del 11,6% sobre la media del período 2012/2015.
Además, dos de los tres grupos muestran bajas en sus envíos: producción de granos en la pampa húmeda y economías regionales, con variaciones de entre 5,3% y 1,6% (en relación a 2016). Sólo el grupo de actividades vinculadas a la producción de proteínas animales, el de menor ponderación a nivel del total, se expandió el 12,8 por ciento.
En las economías regionales se destacaron los envíos de las cadenas de frutas finas, hortalizas y productos vinculados a los olivos. En estos casos, las exportaciones superaron a las de 2016 y también a las del promedio 2012/2015.
Registró un muy buen desempeño la cadena bovina, con envíos en los niveles más altos de los últimos años. En tanto, en la cadena láctea sus exportaciones siguieron en baja.
Los envíos de la cadena aviar se recuperaron pero todavía están bastante por debajo de los del período 2012/2015. Dentro de los encadenamientos agrícolas “pampeanos”, las exportaciones de las cadenas de soja y maíz generan menos divisas que el año pasado.