La República Popular China reaccionó rápido ante las medidas adoptadas por el presidente Donald Trump en mayores arancelamientos a las importaciones chinas. Un cable de la agencia Xinhua fechado este miércoles en Beijing informó que China aplicará aranceles de 25% adicionales a la importación de 106 productos norteamericanos.
Según Xinhua el arancelamiento concentra una lista de productos que China importa desde Estados Unidos “por valor de 50.000 millones de dólares a los cuales empezará a aplicar aranceles más altos”. Entre los productos seleccionados se cuentan la soja, maíz, carne vacuna, automóviles y químicos.
La decisión fue tomada luego de que el Gobierno estadounidense anunciara una lista propuesta de productos a los cuales aplicaría aranceles de un 25% más, la cual incluye exportaciones chinas por 50.000 millones de dólares.
Antes China anunció que gravaría con mayores aranceles a productos alimentarios como carne de cerdo, frutas y hortalizas por un valor comercial de importaciones de 3.000 millones de dólares. Esta medida había sido adoptada en represalia a la suba de aranceles para le importación de Estados Unidos de acero y aluminio que marcó el inicio de la guerra comercial entre las dos principales potencias del planeta.
Para el gobierno chino las medidas de Donald Trump sobre el comercio intencional y sobre su país en particular fue “una evidente violación de las normas correspondientes de la Organización Mundial del Comercio (OMC)”, dijo el Ministerio de Comercio en un comunicado. La acción “infringe gravemente los legítimos derechos e intereses que tiene China de acuerdo con las normas de la OMC y amenaza los intereses y la seguridad económica de China”, agregó.
Entre los productos afectados se incluyen una amplia variedad de productos agrícolas tales como la soja, el maíz, la carne vacuna, el jugo de naranja y el tabaco. También se aplicarán los aranceles a varios productos químicos y automóviles, así como a las aeronaves con un peso sin carga de entre 15 y 45 toneladas.
Las economías de China y Estados Unidos son altamente complementarias y “la cooperación es la única opción correcta para los dos países”, dijo el Ministerio de Hacienda. Ambas naciones deben seguir siendo racionales, mejorar la comunicación y manejar las diferencias de una manera constructiva, añadió.
Pese a la escalada de la esta nueva guerra comercial con proyecciones inciertas para el resto del mundo, desde el país que conduce Xi Jinping adelantaron que las nuevas medidas todavía no tienen fijado un día de inicio. “La fecha de implementación dependerá de aquella en la que la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reajuste los impuestos a los productos chinos”, dijo la cartera de Hacienda de China.