Los primeros casos del nuevo coronavirus aparecieron en la provincia China de Wuhan a principios de año y, por ello, esa nación fue la primera en aplicar una cuarentena estricta para evitar una propagación de la enfermedad.
Esta situación derivó en una fuerte caída de su economía y, entre otros aspectos, de su demanda de carnes, que había crecido a pasos agigantados en 2019 como consecuencia de la peste porcina africana que diezmó su stock de cerdos.
Ya con el aislamiento terminado y con la peor etapa del Covid-19 transcurrida, la economía del gigante asiático comenzó a recuperarse y eso se observa, por ejemplo, en sus importaciones de carnes.
Según un informe elaborado por los economistas Juan Manuel Garzón y Nicolás Torre del Ieral de la Fundación Mediterránea, en base a datos de la Aduana China, la nación oriental importó 705 mil toneladas de carnes rojas en abril (bovina, porcina, aviar y ovina), lo que significa el segundo guarismo más alto de la historia, solo por detrás de marzo pasado que había sumado 766 mil.
Las cifras correspondientes a los últimos tres meses (febrero a abril) muestran que las compras de carne bovina se ubicaron en 530 mil toneladas peso producto, un valor similar al de fines del año pasado; las de aviar alcanzaron un récord de 325 mil toneladas; y las porcinas también llegaron a un máximo histórico de 1,05 millones de toneladas, muy por encima de las 677 mil del último trimestre de 2019.
Bajo este panorama, el gigante asiático finalizaría el año con un aumento del 28 por ciento en las importaciones de carne bovina, hasta alcanzar 2,1 millones de toneladas; mientras que las compras de aviar y porcina podrían ubicarse en 1,3 millones y 4,2 millones de toneladas, lo que significa un salto interanual del 67 por ciento y 110 por ciento, respectivamente.
Oportunidad para Argentina
De acuerdo con los datos recogidos por Garzón y Torre, Argentina colocó 120 mil toneladas peso producto de carne bovina en el período analizado, un número similar al de fines del año pasado (112 mil toneladas) y muy superior a las del mismo período de un año atrás (69 mil).
“De mantenerse en este andarivel de 120 mil toneladas por trimestre, las importaciones chinas de carne Argentina podrían llegar a 480 mil toneladas al cabo del año, creciendo un 28 por ciento respecto al nivel de 2019 (375 mil toneladas)”, calculan Garzón y Torre.
Esto significaría un nuevo récord de envíos al gigante asiático, ya que los de 2019 fueron los mayores de la historia.
La relevancia de Argentina en el mercado chino se comprueba es que su segundo proveedor de carne bovina, acaparando el 23 por ciento de las compras. Solo la supera Brasil, con el 37 por ciento.
Otras carnes
En lo que respecta a carne aviar, Argentina colocó 27 mil toneladas entre febrero y abril, una cifra levemente mayor a la que se venía observando hacia fines del 2019 (23 mil toneladas) y bastante por encima de las del mismo período del año pasado (18 mil toneladas).
En carne porcina, los envíos se ubicaron en 2.200 toneladas, más del doble que las 900 de los últimos meses del ejercicio anterior. los valores de fines del año pasado (0,9 mil toneladas).
En el caso de la carne aviar, Argentina tuvo el ocho por ciento del mercado chino entre febrero y abril, una participación menor a la que mostraba hacia fines del año pasado (11 por ciento).
“Hay que esperar un par de meses más para ver si la pérdida de mercado obedece a problemas de producción, logística u otros asociados a la Pandemia, o si en definitiva el país está siendo desplazado, lentamente, por otros proveedores globales”, aclaran Garzón y Torre.
Finalmente, en el mercado de la carne porcina, la participación de Argentina es muy baja, de solo el 0,2 por ciento: solo colocó 2.200 toneladas sobre un total importado por China de 1,05 millones.
Brasil en este producto saca una gran ventaja: exportó 103 mil toneladas y se quedó con casi el 10 por ciento del share.