En el mes de febrero, el móvil de Aptitud Silera llegó al Establecimiento La Rosa de la familia Barbero, en Cintra, en el centro-este de Córdoba, para culminar un trabajo iniciado por el mes de septiembre y que tenía por objetivo realizar un seguimiento exhaustivo de los materiales sembrados, a los fines de recomendar una fecha ideal de picado que permita aumentar la producción del establecimiento.
“El material que sembramos fue KM-4360 que es un maíz con Aptitud Silera y recomendado específicamente para picado. La idea fue sembrar en septiembre pero al no tener condiciones óptimas se terminó sembrando el 10 de octubre. El clima acompañó al momento de la siembra y logramos unas 68.000 plantas por hectáreas. Al principio el productor estaba sorprendido porque acostumbra a sembrar densidades más altas, pero las evaluaciones que realizamos desde KWS nos indican que esa en la densidad indicada de acuerdo al ambiente donde nos encontramos” explicó el ingeniero agrónomo y asesor del establecimiento, César Monetto.
Además, destacó que el acompañamiento del clima fue muy bueno, incluso en algunos momentos con excesos que generaron lotes anegados, pero que así y todo los maíces llegaron óptimos al momento del picado.
“La característica de este tipo de maíces se desarrollan dentro del programa aptitud silera es que tienen un muy buen potencial de rendimiento en grano, un grano que es de coloración amarilla lo que indica que el almidón queda disponible para ser mejor aprovechado por el animal. Además, la planta tiene muy bajo porcentaje de lignina lo que la hace más digestible para la vaca” agregó.
Un punto de referencia para la zona
Sobre 900 hectáreas entre propias y arrendadas, y con 400 vacas en ordeñe, el establecimiento del productor Marcelo Barbero es un punto de referencia para la lechería de la región.“Por cuestiones climáticas hemos bajado mucho la producción, hoy estamos en 8500 litros de leche. Creo que vamos a ir recuperándonos, pero muy de a poco. Estamos esperando los verdeos de invierno, y con los buenos silos, más algo de suplementación, vamos a recuperar los 11.000 litros que producíamos” comentó Barbero.
También remarcó que todo lo que es silaje de primera está muy bueno y que los cultivos de segunda, en algunas partes se vieron afectados por excesos de lluvia que no permitieron sembrar algunos lotes, por lo que tendrán que ajustar la dieta de acuerdo a la cantidad de animales que dejen en ordeñe.
“En esta campaña hemos sembrado maíces KWS que anduvieron muy bien. El técnico ha realizado un excelente seguimiento de los lotes para poder comparar el rendimiento con otros materiales y sus aptitudes” destacó el tambero.
Un móvil apto para todo silo
Desde que inició el programa, KWS lleva recorrido más de 100.000 km visitando a productores de todo el país, con un equipo técnico especializado y herramientas específicas para medir la calidad de los silos.
“El móvil cuenta con una serie de herramientas que permiten evaluar la calidad de los silos. Entre ellas, un analizador portátil de forraje fresco conocido como “AgriNIR”, que por medio de infra rojo evalúa una muestra y arroja valores en distintos parámetros importantes para un silo de calidad como materia seca, almidón, proteína, FDN y FDA” explica el ingeniero Lucas Scozzina.
Además, cuenta con un sistema de bandejas prostate para analizar el tamaño de fibra y procesamiento de grano, y una cámara termo gráfica para medir focos de temperatura en silaje.
El mejor híbrido para grano no es el mejor hibrido para silo
Este es uno de los conceptos en el que KWS hace especial hincapié y la ingeniera agrónoma Estefanía Álgido Coletti explica porqué: “Nuestro programa de mejoramiento trabaja justamente para desarrollar híbridos que respeten los parámetros específicos que se requieren a la hora de armar una dieta animal. Por eso seleccionamos aquellos maíces que cuenten con alto potencial de rendimiento en grano, mayor cantidad de fibra y una buena digestibilidad de la misma”.
Al mismo tiempo, la profesional resalta la importancia que tiene que el productor conozca la correcta fecha de siembra, la densidad adecuada, la altura de corte correcta y el momento de picado.
“Por eso hemos sumamos al móvil de Aptitud Silera, una chipeadora que simula el trabajo que realizaría una picadora. Vamos al lote a hacer un muestreo, como realizamos hoy en el establecimiento de Marcelo Barbero, cortamos las plantas a la altura recomendada, las pesamos para estimar su rendimiento y lo picamos para luego analizarlo con el agriNIR. De esta manera podemos recomendar cual es el momento ideal de picado” finalizó la ingeniera AlgidoColetti.