Según indicaron desde la entidad, conocer la dinámica del carbono orgánico tiene sus implicancias, no sólo para estimar la fertilidad del suelo, sino también como estrategia para secuestrar carbono de la atmósfera.
Dentro de los agroecosistemas, el ingreso de carbono al suelo depende de la proporción de la cobertura vegetal que permanece en él una vez que el cultivo ha sido cosechado. Esta información es fundamental para establecer el balance de carbono en el suelo.
Por esta razón, el equipo del Proyecto Rotaciones en Tambo del Área de Lechería de CREA desarrolló un modelo que permite estimar el impacto de las rotaciones de cultivos en los sistemas ganaderos lecheros sobre las propiedades del suelo, especialmente, su efecto sobre la materia orgánica.
Hasta el momento, no se contaba con una herramienta que permitiera calcular el aporte de carbono que proporcionan los cultivos forrajeros perennes y anuales. Esta aplicación ofrece la posibilidad de determinar el aporte anual que efectúan distintos cultivos forrajeros según condiciones de manejo; el aporte total de la rotación y la simulación de distintos escenarios.
El proyecto Rotaciones en Tambo, que cuenta con el apoyo del Laboratorio Suelo Fértil de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), es uno de los programas estratégicos del Área de Lechería de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola.
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