La industria del cuero atraviesa un momento singular. Los costos obligan a repensar la estrategia de los productores primarios, las curtiembres dudan, y la manufactura de productos derivados reclama soluciones urgentes.
Desde la vaca a las vidrieras, el proceso es el siguiente:
Fuente: Unión Industrial Argentina
Hace unos días, un frigorífico levantó la voz y alarmó a todo el sector al publicar una carta abierta al ministro de producción Cabrera, donde explica que la producción de cueros salados necesita la urgente eliminación de aranceles a la exportación, ya que “se pudren por no poder cumplir con las exigencias del mercado internacional”.
En diálogo con Agrofy News, el titular de ese frigorífico, Franco Brunetti, explica: “El presidente [por Macri] nos manifestó que nuestro planteo tiene fundamento y es razonable. Pero la instrumentación del decreto nos desilusiona porque siguen protegiendo a la mafia curtidora como hicieron durante estos 46 últimos años desde Lanusse. Todos estos años estuvimos presionados por esa mafia, supeditados a los precios que ellos imponen. Esta situación se fue agravando cuando la industria curtidora se fue empobreciendo por las condiciones internacionales. Todas las grandes curtiembres del mundo están en Asia”.
En contraste a Brunetti, en la otra punta de la cadena, Ariel Aguilar, presidente de CIMA -Cámara Industrial de la Manufacturación del Cuero-, explica: “El problema es que lo que las curtiembres dejan acá es poco. Pero esa industria genera 10 mil puestos de trabajo. En total, toda la cadena genera como 60 mil puestos de trabajo. Lo de los cueros salados viene de la época de Rosas, y estamos atrasados 200 años. Las retenciones tienen una razón de ser, que es generar industrialización en la cadena de valor y puestos de trabajo. Nosotros estamos en contra de que los cueros se vayan afuera. Si se sacan los impuestos para que sean felices los productores y frigoríficos, van a estar descontentos 60 mil trabajadores de la industria”.
Al mismo tiempo, el titular de CIMA agrega: “Mafiosa no es la industria curtidora, o no sé. No tengo pruebas. Mafioso es sacar las retenciones, carterizar la producción y que unos pocos no generen redistribución del ingreso industrializando las materias primas”.
Eduardo Wydler preside CICA -Cámara de la Industria Curtidora Argentina-, que agrupa a unos 60 establecimientos que emplean directamente a 10.000 personas, dice que las condiciones de trabajo no son las mejores a nivel local e internacional. En declaraciones al diario La Nación, Wydler aclara: «Las bajas faenas y las asimetrías de costos con competidores dificultaron la evolución ascendente de las exportaciones. Los principales destinos para el cuero argentino hoy son China, Croacia, Tailandia, México y Estados Unidos, entre otros. La continuidad de una política de desaliento a la exportación de materia prima sin industrializar es indispensable. También es necesaria la actualización de reintegros a las exportaciones del sector, porque se encuentran desactualizados respecto de su incidencia fiscal y con relación a otros productos de menor valor agregado».
“QUE LOS CUEROS SE PUDRAN”
Pero la situación de los productores no termina ahí, ya que Brunetti, exclama: “No me compran. Por eso los estoy salando. Prefiero que los cueros se pudran antes que regalárselos a los mafiosos. Todo esto es indigno. Todo esto lo charlé con Etchevehere a solas, y me mandó con Cabrera. Cabrera estuvo acá en Salta y no me recibió. En Expoagro anunciaron que eliminaron los aranceles a la exportación, pero es mentira. Hay que eliminar todos los aranceles e incentivar la exportación de carne y subproductos. Lo que ingresa es ínfimo”.
En cuanto a números actuales, Aguilar explica que la producción está muy caída. “Hasta el 2008, se exportaban 100 millones de dólares en manufacturas de cuero. Éramos reconocidos por nuestro diferencial de materias primas, curtidora, y además éramos competitivos. Hasta la crisis del 2008 teníamos un mundo comprador y luego se volvió vendedor. Nosotros estamos viejos, con un sistema de apertura total y nos genera un problema cuando las importaciones aumentaron un 80% en marroquinería y casi 60% en calzados. Hoy las exportaciones no llegan ni a 15 millones de dólares”.
Brunetti agrega: “Nuestra industria está caduca, es insuficiente, y hace 30 años que no se construye una curtiembre nueva en Argentina, y para amortizar esa ineficiencia, sacrifican el cuero, y así todos los eslabones de la cadena”.
LA PRODUCCIÓN MUNDIAL, EN NÚMEROS*
China supone el 50% de todas las exportaciones de pieles y cueros de EUA mientras que las ventas a México son de sólo un 12%. Este último país, por su parte, es el mayor fabricante de cuero para vehículos con un 25% de la producción mundial.
En términos absolutos, 2017 ha visto un mercado bajista para las pieles al mismo tiempo que la producción de cuero para calzado ha disminuido. De hecho, el valor del mercado americano de pieles cayó más de un 25% hasta alcanzar las cifras más bajas de los últimos ocho años. El cuero, ha sido sustituido por un material sintético producido a partir de petróleo barato.
LA GUERRA CONTRA LOS SINTÉTICOS
El cuero para calzado supone más de la mitad de la producción total de dicho material. Y es que, a pesar de los intentos con petróleo barato, el autor afirma que “no existe ningún otro segmento de la industria del cuero que tenga posibilidades de sustituir al calzado”. Aprovechando esta situación de ventaja, el sector debe promocionar y potenciar los beneficios y las ventajas del cuero como el material número uno para la fabricación de calzado.
Esta situación viene dada, en gran parte, por el aumento de precios que vivió el sector en 2009; un crecimiento que en 2015 “mató a la gallina de los huevos de oro”. Y es que, la estabilidad de los precios de las pieles, especialmente en estos niveles más bajos, es beneficiosa para toda la cadena mundial de provisión del cuero. En otras palabras, el aumento del precio de las pieles ha minado la confianza en el uso del cuero.
A este escenario de precios alcistas para el cuero se ha sumado el bajo precio del petróleo, lo que despertó el interés de las marcas de calzado por los materiales sintéticos. Las compañías veían en los materiales alternativos una mayor seguridad en estabilidad de precios y márgenes de beneficio más amplios.
En cuanto a la provisión, continúan llegando noticias optimistas por parte del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, quien ha informado que, en 2018, la producción de carne bovina está aumentando aunque el peso de los animales es menor. Concretamente se espera que el abastecimiento de pieles alcance los 37 millones de unidades en todo el 2018.
*Fuente: David Peters – APLF (Feria Internacional de Productos de Cuero)