El Director del Laboratorio de Clonación Kheirón, Gabriel Vichera, estuvo conversando el día de ayer con Producción Animal y contó las fases del proceso por el cual generan, a través de un laboratorio, un individuo genéticamente igual a otro.
Durante la primera fase, los científicos utilizan óvulos que obtienen de ovarios de yeguas para faena. Por otra parte, obtienen el material genético del animal que desean clonar. Tal como explicó Vichera, se toma un ovulo, o varios, que provienen de los animales para faena, mediante un laboratorio de procesamiento de ovario, para luego, ser trasladados a un laboratorio de clonación.
Siguiendo esta línea, el director del laboratorio sostuvo que ese ovulo compone el material adecuado para generar un embrión, aunque aclaró que: «Ese embrión, tiene un ADN que no es el que pretendemos. Es decir, no queremos generar un clon del material genético del ovulo. Lo que hacemos es una pequeña microcirugía para sacar ese ADN e ingresar el material genético del animal que creemos conveniente clonar. Con la microcirugía, logramos ingresar ese ADN que tenemos del animal clonado».
Un dato curioso de la clonación equina lo marca la ausencia de la utilización de espermatozoides. En este sentido, Vichera precisó que, al embrión reconstruido con material genético, lo incuban con ciertas drogas que emulan esa señal que da el espermatozoide.
Una vez procesado el embrión, el especialista explicó: «Cuando tenemos preparado el embrión, lo colocamos directamente en una estufa durante siete u ocho días, con ciertos químicos que reemplazan la funcionalidad del espermatozoide. Es así como el embrión comienza a dividir ADN y células».
Es mediante el calor de la estufa, que el embrión comienza a crecer. «Cuando el embrión se desarrolla y está preparado, lo trasladamos al campo. Luego ingresamos ese embrión en una yegua receptora y esperamos once meses hasta que nace», finalizó.
