Federico Landgraf, de Casafe, explicó cómo repercute en el país el cambio en la Ley sobre las moléculas utilizadas.
LA aplicación de fitosanitarios en zonas periurbanas es el desafío.
«Cambió el paradigma en la sociedad. El enfoque es distinto y la sociedad mira el impacto del ambiente en la salud. Este concepto vino para quedarse», señaló Federico Landgraf, director Ejecutivo de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE), durante el Congreso Maizar 2019, bajo el eje lema “El despegue internacional”.
Así, durante su presentación en el panel «Nuevos Desafíos para el acceso a los mercados», hizo hincapié principalmente en la modificación de la Ley 1107/2009 que hizo la Unión Europea sobre la aprobación de las moléculas lo que impacta de lleno en la producción argentina, ya que hay 33 moléculas en estudio que se comercializan en el país y son 37 los productos que se exportan a la U.E..
Dos ejemplos concretos que expuso fue el de la soja y el del maní. El valor de la producción de la oleaginosa es de U$S 16.500 millones y las exportaciones a la Unión Europea es de U$S 3.000 millones, o sea, el 18% se dirige al viejo continente. Mientras que el caso del maní, que el valor de producción es de U$S 1.500 millones y el 36% se embarca a la U.E (U$S 552 millones).
Landgraf puntualizó que hay dos soluciones: una a corto plazo, como mantener un relacionamiento estrecho entre la U.E y la Argentina y solicitar Tolerancias de Importación, coordinar con otros países afectados para un frente común dar visibilidad de impacto social y económico.
Y la solución a largo plazo, lo más importante para el Director Ejecutivo de Casafe, que es el uso de las Buenas Prácticas Agrícolas. «Tenemos que comunicar que hacemos las cosas bien y cuidamos a las personas. Lo tenemos que hacer entre todos», concluyó.
Fuente: clarin