Las noticias suelen ofrecer flancos para dos miradas. El último informe de CICCRA (la Cámara de la Industria de la Carne) sobre la actividad de ese sector industrial cumple con ese requisito: los datos sobre las exportaciones de carne y la faena de vacunos, que baten récords en mucho tiempo, permiten tanto lso festejos alborozados como las miradas mucho más prevenidas y hasta pesimistas.
Nosotros intentaremos mostrarnos insensibles a ambos estímulos. Solo diremos que los que unos ven como un momento inmejorable para el negocio de la carne, otros lo miran como lo antesala de un nuevo período crítico, como sucedió a fines de 2009. En ese momento la Argentina también exportaba mucho y batía récords de faena. Un par de meses después, los faltantes de hacienda fueron visibles y los precios internos de la carne treparon 100% en un par de meses.
Dice el informe de CICCRA, que en octubre la faena de hacienda vacuna continuó creciendo y llegó a 1,316 millones de cabezas. Esto es decir un 8,7% más que en octubre de 2018. “Marcó el nivel de actividad más elevado desde noviembre de 2009, año de la mayor liquidación de la historia”, escribió Miguel Schiariti, titular de esa cámara de frigoríficos.
Con este comportamiento, entre enero y octubre la matanza de vacunos totalizó 11,45 millones de cabezas, superando en 2,3% el nivel de actividad de los primeros diez meses del año pasado. Pero el dato clave a seguir es la participación de las hembras en ese total: se ubicó en el 48,7%, lo que es decir 3,7 puntos porcentuales por encima de los niveles de 2018.
Es indudable que se están matando potenciales madres, ya no solo vaca vieja. Según los datos crudos, la faena de hembras creció 10,6% anual (creció en 533.400 cabezas), mientras que la faena de machos redujo su ritmo de caída a 4,5% anual (se achicó en 278.000 cabezas).
Muchos analistas, frente a la fuerte incidencia de la faena de hembras, desestimaban en los últimos meses un escenario de liquidación ganadera, argumentando que el crecimiento del stock había sido sólido y que lo que es estaba faenando para exportar era la vaca vieja, de descarte. Pero este fin de semana, en su habitual columna en Agrovoz, el veterano Ignacio Iriarte puso el dedo en la llaga. Escribió una nota titulada: “Las vaquillonas, como en 2009, en una fase de liquidación extrema”.
“En los últimos tres meses, la faena de vaquillonas aumentó 40% con respecto a julio-septiembre del año pasado. La tasa de extracción de vaquillonas, o sea la relación entre la faena de esta categoría y su stock al inicio de cada año ganadero, muestra un mínimo de 28,8% en el año ganadero 2011/2012, período de fuerte recomposición de rodeos, y un máximo de 49,7% en el año 2008/2009, en un momento de liquidación extrema”, se extendió el especialista. En este año ganadero, completó, “puede proyectarse una faena de 3,69 millones de vaquillonas, que en relación a un stock de 7,4 millones de cabezas a fines de marzo último marcaría una extracción del 49,7%. Es decir será igual a un período de liquidación como fue en el año ganadero 2008/2009”.
Para Iriarte está muy claro que “aunque en los últimos meses es visible que se están faenando menos terneras, que son recriadas y pasan a matarse con peso de vaquillonas, todo indica que la faena actual de vaquillonas, al igual que la de vacas, excede los niveles de equilibrio”.
¿Y cuál es el premio por resignar stock de hembras en condiciones de parir nuevos terneros? Volviendo al informe de CICCRA, queda claro que solo se puede festejar por el fuerte salto de las exportaciones de carne, especialmente a China, lo que implica divisas y fuentes de trabajo. Pero en materia de consumo interno no hay nada que festejar. E incluso las cosas podrían empeorar de seguir esta tendencia hacia una liquidación.
“Del total de 2,58 millones de toneladas de carne vacuna producidas en enero-octubre de 2019, se habrían enviado al mercado interno 1,92 millones. Esto implicó una caída de 184 mil toenladas con relación a enero-octubre de 2018 (-8,7% anual). El mercado interno habría absorbido 74,5% del total producido en el período analizado”, precisó el documento.
Del otro lado, se habrían exportado 659 mil toneladAS en diez meses. En la comparación interanual esto habría implicado un crecimiento de 213,0 mil TONELADAS, O EL 47,8%. Las exportaciones habrían llegado a representar 25,5% del total producido.
En este escenario, pero con datos hasta septiembre, “la industria frigorífica vacuna logró un nuevo máximo en exportaciones de carne vacuna”. La facturación del sector, en la comparación anual creció 70,5%, superando ya los 2.000 millones de dólares.
Enfrente, el consumo per cápita de carne vacuna, en octubre pasado se habría ubicado en 51,7 kilos anuales (como promedio móvil de los últimos 12 meses), quedando 10,1% por debajo del registro de octubre de 2018 o el equivaente a casi 6 kilos. Es decir que cada argentino come medio kilo menos de carne por mes.