La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (Fada) publicó una nueva edición de su indicador de precios, en la que analiza de manera exclusiva cómo se conforma el precio de la leche en Argentina.
Según los cálculos realizados por Fada en base a información de la Dirección Nacional Láctea, del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina y de fuentes privadas, de cada peso que costaba un sachet en góndola en febrero, el tambo explicó el 30,2 por ciento, la industria el 27,4 por ciento, el comercio 15,6 por ciento y los impuestos el 26,8 por ciento.
La última medición de Fada había sido en diciembre pasado, en base a datos de septiembre. En seis meses, la distribución de los recursos entre los diferentes eslabones de la cadena cambió.
A fines del año pasado, era la industria la que más incidía en el precio (37,9 por ciento), seguida por el tambo (29,8 por ciento), el comercio (18,9 por ciento) y los impuestos (13,4 por ciento).
Según el economista jefe de Fada, David Miazzo, el salto que pegaron los impuestos se debe al retorno del Impuesto al Valor Agregado (IVA), que había sido eliminado para los alimentos básicos durante los últimos meses de 2019 como medida para paliar la crisis económica.
“Un ítem muy importante que cambió la composición del precio de la leche fue la reimposición del IVA a la leche, que se había reducido al 0 por ciento y subió nuevamente en enero al 21 por ciento. Así, los impuestos recuperan la participación”, precisó Miazzo.
Resultados
“Desde que la leche sale del productor hasta que le llega al consumidor, el precio se multiplica 3,22 veces”, completó Natalia Ariño, también investigadora de Fada.
En cada eslabón de la cadena, los costos y resultados son los siguientes:
Tambo. Recibió 17,84 pesos por litro de leche vendido, el equivalente a 0,28 dólares. La relación se mantuvo relativamente estable si se lo compara con un año atrás, pero con una caída del 12 por ciento si se la relaciona con febrero de 2017 (31 dólares).
Industria. Adquiere la leche a 17,84 pesos, tiene costos por 14,70 pesos e impuestos por 1,59 pesos por litro. Así, la leche sale de la industria con un precio de 35,15 pesos.
Comercios. Compran la mercadería a este último valor y le suman 9,96 pesos de costos de estructura, transporte y costo laborales, impuestos por 3,34 pesos y queda como saldo una pérdida de un peso. El precio de salida de la leche en el comercio es de 47,45 pesos que, con el IVA (21 por ciento) por 9,96 pesos, implica a un precio al consumidor final de 57,41 el sachet de leche.
Según Fada, esto no significa que los comercios pierdan al vender lácteos, sino que esto ocurre porque sólo se analiza un producto, que es el sachet. “Al ser un producto de primera necesidad, es un bien de atracción o ‘gancho’ para el comercio, que luego compensa con otros productos de la cadena láctea (manteca, queso, yogures”, aseguró Ariño.