La creciente actividad en el sector de la maquinaria agrícola consolidó la recuperación de distintas zonas del interior del país. Los datos de Indec apuntaron una fuerte tracción de las ventas de cosechadoras y tractores, que crecieron 125% y 53%, respectivamente, interanual en el segundo trimestre. En el caso de implementos y sembradoras, en ese período la mejora fue de 40% y 32%, respectivamente. La cantidad total de maquinarias, sumados todos los rubros, reflejó un incremento del 45% en lo que va del año.
Un trabajo de los economistas del Ieral, Marcelo Capello, Marcos Cohen Arazi y Lara Cerban señaló que, de continuar esta tendencia, en el caso de tractores y cosechadoras se llegaría al mismo nivel de ventas de 2007, mientras que sembradoras e implementos estarían en un nivel un 30% inferior al de ese año, reflejando que aún existe un potencial de recuperación mayor.
Los economistas indicaron que las exportaciones del sector fueron castigadas en los últimos años, especialmente fruto de la pérdida de competitividad de la economía por motivos macroeconómicos, sumado a una desaceleración del comercio mundial que, entre otros aspectos, se manifestó en una evolución muy débil de estos bienes.
En los primeros seis meses de este año hubo un incremento del 19% en el valor de las exportaciones de maquinaria agrícola y agropartes en relación a igual lapso de 2016. Esto implicó un cambio después de cuatro años de contracción en el valor total de los envíos al exterior sin que en términos de competitividad cambiaria haya una mejora.
Según el reporte, si se mantuviera el ritmo de crecimiento de las exportaciones en el resto del año, alcanzarían un monto cercano a los US$ 149 millones, lo que aún refleja las dificultades para concretar el mayor potencial del sector.
El sector concentra cerca del 80% de su actividad en las provincias de Córdoba y Santa Fe. Mientras en 2011 el nivel de ocupación de las firmas líderes era de 92%, en 2012 cayó al 74%, para luego descender al 68% en 2013. La baja -asociada al contexto de políticas adversas al sector agropecuario- fue mayor en 2015, al quedar en el 58 por ciento.
El año pasado, el nivel de uso de la capacidad instalada de la industria de maquinaria agrícola alcanzó el 67%, en línea con la recuperación de las ventas y los cambios de política económica. En Córdoba, el nivel superó al de 2014 y 2015 y se ubicó próximo al de 2013. Este año, las cifras del primer trimestre muestran que el uso de la capacidad instalada está en un 76%, por encima del nivel de 2012.
Del análisis de los puestos de trabajo registrados por las empresas de maquinaria, el 95% del empleo se distribuye entre Santa Fe (40%), Córdoba (38%) y Buenos Aires (17%), mientras que el resto de las provincias suman un cinco por ciento.