Un estudio realizado por el grupo de investigación Nuevas tecnologías de conversación y seguridad alimentaria (NEWTEC) de la Universidad de León (ULE), ha investigado la efectividad del Plasma Atmosférico No Térmico (PANT) en la inactivación de microorganismos de interés tecnológico y sanitario en alimentos. Se han estudiado dos variantes del Salmonella, implicadas frecuentemente en la salmonelosis, S. Typhimurium y S. Enteritidis, según una nota de prensa de la propia universidad.
El estudio ha estado liderado por la Dra. Mercedes López Fernández y ha sido publicado en la revista Food Research. Desde este grupo de investigación transmiten que la sociedad actual demanda alimentos de elevada calidad nutritiva y sensorial, además de que tengan características similares a las del producto fresco. Todos estos requisitos suponen un reto para la industria alimentaria ya que obliga a que se tengan que crear nuevas tecnologías para el procesado y conservación, productos con sabores más naturales, libres de aditivos o que sufran tratamientos térmicos más suaves y que garantices su inocuidad.
Una de las tecnologías que se viene usando los últimos años para la conversación de los alimentos es el Plasma Atmosférico No Término(PANT). Esta práctica consiste en el uso de gases ionizados con una gran capacidad de inactivación microbiana. Las ventajas que tiene es que el coste de aplicación es bajo, el tiempo de tratamiento a bajas temperaturas es corto, se pueden tratar una gran variedad de alimentos tanto líquidos como sólidos previamente envasados y por último, es una tecnología sostenible, explica este grupo de investigación de la ULE en la nota de prensa.
Los resultados que refleja este estudio es que la incapacidad de estos microorganismos de desarrollar resistencias frente al PANT permite pensar que esta tecnología podría ser combinada con otras tecnologías de conversación para reducir el resigo microbiológico en alimentos mínimamente procesados. Además de que también tiene ventajas económicas porque “no hay un gas más barato que el aire” y este método tiene buenos resultados en la efectividad que presentan los plasmas de aire en la inactivación de las dos variedades de Salmonella estudiadas, defienden.
Uno de los problemas es que para que se pueda usar esta nueva tecnología como alternativa a los métodos convencionales de conservación que se usan actualmente en la industria alimentaria es que se deberían realizar estudios orientados hacia “la identificación de aquellos factores que condicionan su eficacia de inactivación, tanto de microorganismos patógenos como de alterantes, que permitan la optimización del tratamiento, maximizando su efecto letal y limitando las repercusiones indeseables sobre las características de los alimentos ”.
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