Según el informe mensual de CICCRA durante febrero se produjeron 236 mil toneladas res con hueso de carne vacuna. Ese volumen significó un aumento del 18,6% interanual. “El aumento de la cantidad de cabezas faenadas fue el principal factor explicativo del aumento de la producción de carne vacuna”. Y también se registró una mejora en el peso promedio de los animales del 1,7% anual, hasta ubicarse en 227 kilogramos en gancho.
El mercado interno “habría absorbido 64,2% del aumento de la producción de carne vacuna”, destaca el informe, con una participación en torno al 88,5% en el primer bimestre de 2018. “El consumo per cápita de carne vacuna se ubicó en 58,6 kg/año en enero-febrero de 2018. En relación a un año atrás se observó una mejora de 8,1%”.
A su vez, “el precio de la carne vacuna en los mostradores de las carnicerías del Gran Buenos Aires (GBA) verificó un alza de 1,7% entre enero y febrero del corriente año. También en este caso se observó una mayor velocidad de ajuste mensual, tras cuatro meses en los cuales la suba estuvo siempre en torno a 0,8% mensual”.
Paralelamente en la carne aviar “el ajuste de febrero llegó a 12,2% mensual y la suba interanual se elevó a 30,6% (resultando ser también la más alta desde noviembre de 2016). De esta manera, en el segundo mes del año la carne vacuna se abarató significativamente con relación al pollo, tanto en la comparación mensual (-9,4%) como en la comparación interanual (-7,1%)”.
En lo que respecta a la carne porcina, en cambio se dio el caso contrario, “en febrero registró una caída de 0,6% mensual, quedando la suba interanual en 15,4%. En consecuencia, los cortes porcinos se abarataron tanto respecto de los cortes vacunos y como del pollo. En términos mensuales bajó 2,3% y 11,5%, respectivamente”, indicó CICCRA.