Cresud rematará hoy sus últimas 700 vacas holando en Chivilcoy. El acto será en la Sociedad Rural de dicha localidad bonaerense, a martillo corrido y estará a cargo de Sáenz Valiente, Bullrich y Cía. Marcará el final del actual negocio lechero de la compañía, la discontinuidad de un segmento que ya en los últimos años mostraba pocas perspectivas de supervivencia.
En paralelo, el volumen de ventas había declinado de 3,9 millones de litros a 2,7 millones, en el mismo lapso, mientras que la superficie de explotación del tambo pasó de 2273 hectáreas al 30 de septiembre de 2016 a unas 240 hectáreas un año después. En ese período, las vacas de ordeñe promedio diarias se redujeron de 1777 a 1083.
La baja rentabilidad del negocio, afectado por el alza de costos operativos y la competencia “en negro” que abunda en el sector, serían los principales motivos de la discontinuidad del negocio. Ese panorama se reflejó en el Anuncio de Resultados de septiembre de este año, cuando la compañía indicó que se pasó de una pérdida de $ 4,6 millones en el año fiscal 2016 a una pérdida de $ 7,1 millones en 2017. “Esto se debe principalmente a una menor producción producto de venta selectiva de vacas en ordeñe y mayores costos”, informó.
El establecimiento de la compañía gestionada por la familia Elsztain históricamente vendió su producción de leche a Mastellone Hnos. Las ventas a esa industria ascendieron a $ 66 millones en el ejercicio finalizado en junio de 2017, casi el mismo nivel de ventas que en el ejercicio anterior ($ 65 millones) pero menor al del 2015 ($ 72 millones). Representó apenas el 2% de los ingresos consolidados agropecuarios del grupo.
En el caso del negocio ganadero, la expectativa es la opuesta. La compañía inició la campaña pasada esa actividad en Brasil, que se suma a la de Argentina y Paraguay. “Se ha incrementado la superficie bajo explotación ganadera, principalmente como consecuencia del incremento de hectáreas en Brasil destinadas a la actividad (unas 11.208 ha), compensado por una disminución de las hectáreas de campos arrendados a terceros”, se afirma en el balance.
En el último ejercicio, el frigorífico incrementó su promedio de faena casi un 10%, hasta las 6960 cabezas mensuales. “Las ventas se vieron incrementadas en torno al 37%, por mayores ventas en el mercado externo e interno”, destacó la compañía. Sin embargo, los resultados evidenciaron una pérdida de
$ 132,5 millones. “Confiamos en poder tener una buena recuperación a futuro dadas las medidas que está tomando el nuevo gobierno, que apuntan a incrementar la oferta futura de hacienda y promover las exportaciones”, proyectó. Fuente: El Cronista | Por: Manuel Parera