La posibilidad de firmar el convenio entre el Mercosur y la Unión Europea, que lleva más de dos décadas de discusión, todavía no aparece clara debido a una serie de restricciones sobre las cuales europeos y sudamericanos no logran acordar. Según distinguió La Gaceta, algunos de los puntos que permanecen en desacuerdo son:
-Sector Carne: es una de las principales dificultades para concretar el acuerdo entre el Mercosur y la UE se encuentra en las restricciones al ingreso de carne desde los países sudamericanos. La Unión Europea estableció meses atrás como oferta al Mercosur permitir la comercialización de 70.000 toneladas anuales, una cifra que fue considerada insuficiente por la contraparte sudamericana. «Son 130 gramos en promedio, que equivalen a dos hamburguesas anuales por persona», dijo la Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur. El mercado sudamericano pidió que por lo menos elevara a 100.000 las toneladas de carne vacuna al año, pero según el Instituto de Ganadería de Francia, si aumenta oferta podría ocasionar la pérdida de 25.000 empleos en el sector.
–Productos agropecuarios: la principal oferta exportable de los países miembros del Mercosur a la Unión Europea se encuentra representada por la capacidad de producción de productos agropecuarios: soja, carne vacuna, porcina y de ave, lácteos, azúcar, cacao, café y plátanos. Son éstos, justamente, los productos que enfrentan las mayores trabas de acceso al mercado europeo, especialmente de Francia, Irlanda y Polonia, entre otros, que los ven como una amenaza para sus productores agrícolas. El Mercosur reclama no sólo una eliminación de los derechos de importación sino también de otras restricciones no arancelarias vigentes. Sin embargo, pese al efecto global negativo para su producción agrícola la apertura de importaciones del Mercosur significaría un beneficio para productores de vino, aceite de oliva y bebidas alcohólicas de la UE, aseguran los expertos.
–Industriales: el sector industrial de Brasil y Argentina, los más fuertes en ese orden del Mercosur, expresaron su rechazo y temor frente a un acuerdo con la UE por considerar que sufrirán una mayor competitividad. Uno de los rubros donde existe mayor oposición es el automotor frente a la posibilidad de que las empresas europeas puedan instalarse a bajo costo en Sudamérica no sólo para producir vehículos sino autopartes.