Dirigentes gremiales, empresarios del agro, economistas, asesores y analistas coinciden en que terminan 4 años de malas políticas y que la futura gestión inspira esperanza. Sin embargo, las dificultades son muchas y se requerirá comprensión y paciencia
Estancado, trabado, maltratado, sin competitividad, visto como un mero dador de dólares y víctima de una sequía histórica, único aspecto no atribuible a las políticas del gobierno. Así queda el agro tras la gestión de Alberto Fernández. Es la opinión unánime de dirigentes, asesores y economistas de la actividad agropecuaria sobre el ciclo que termina.
Consultados por Infobae, también tienen esperanzas en la gestión de Javier Milei, pero saben que todo dependerá del reordenamiento de la economía. Confían, a priori, en que el sinceramiento cambiario y el levantamiento de regulaciones impulsen una recuperación que será más o menos larga, según cada rubro, pero requerirá comprensión, paciencia y muñeca política para generar resultados sostenidos en el tiempo.
Para Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Alberto Fernández “deja un campo golpeado por algo en lo que él no tuvo la responsabilidad, como la sequía, pero también destratado por las políticas de su gobierno”. Una inflación exorbitante, apuntó, “impide tomar créditos a tasas razonables, que permitan a los productores levantarnos después del tremendo golpe que tuvimos con la sequía”. Y los múltiples tipos de cambio llevaron a todos los sectores del agro a perder competitividad, puntualizó.
“Han maltratado al sector más productivo de la Argentina. La gestión de Fernández, machacó Pino, “no le permitió al sector competitivo que somos la posibilidad de aumentar nuestro potencial de trabajo y de producción, no solo para nosotros, sino para la Argentina”.
Mirada cortoplacista
Teo Zorraquín, de la consultora Zorraquín + Meneses, sostuvo que Fernández deja “un campo trabado, burocratizado, que siente que la política no lo percibe como estratégico”.
La mirada global que tuvo el gobierno sobre el campo fue simplista. El discurso oficial -apuntó Zorraquín- machacó el mensaje ‘qué querés con la sequía, nos faltaron 20.000 millones de dólares’, olvidando que el sector también genera empleo y movilidad social, ocupa territorio, abarca empresas pequeñas, grandes y medianas. En definitiva, fue una administración con “una mirada miope y totalmente cortoplacista, que buscó generar recaudación de impuestos y dólares para el Banco Central”.
Teo Zorraquín, Víctor Tonelli, David Miazzo, Carlos Achetoni y Horacio Salaverri. Miradas bastante coincidentes sobre lo que se va más que sobre lo que se viene
En tanto, Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), señaló que el gobierno saliente no supo aprovechar la potencialidad del sector en la pandemia, pese a que uno de los esenciales y siguió produciendo. Ni aprovechó la guerra ruso-ucraniana para posicionar a la Argentina como proveedor de alimentos. Una oportunidad, dijo, “que no supimos aprovechar”.
Por lo contrario, “se fueron generando trabas a la exportación de carnes, tratando de cupificarlas y eso no dejó desplegar toda la potencialidad del sector”. Peor aún, se aplicó una dualidad cambiaria muy fuerte y retenciones “que desalentaban a las producciones, tanto de la Pampa Húmeda como de las economías regionales”. Además, dijo Achetoni,
la sequía desnudó “la falta de políticas públicas y de acompañamiento en un momento crítico, y en el último tiempo hubo falta de divisas y una aceleración muy fuerte de la inflación, que llevó a mucha gente a la pobreza”.
Más allá de la otra oportunidad que el país perdió por falta de políticas adecuadas para el agro y de que la administración Fernández nunca lo consideró estratégico, Achetoni recalcó que “cuando lo necesitó al campo, el Gobierno generó condiciones que lamentablemente terminaron beneficiando al sector concentrado de la producción o de la exportación”, con medidas como el “dólar soja”.
Estancado, sin mercados y mal visto
Según David Miazzo, economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA), “el gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa deja un campo totalmente estancado, con intervenciones a los precios, fideicomisos y distorsiones como las que generó el dólar soja y el dólar exportador”.
Y Horacio Salaverri, titular de la Confederación de Asociaciones Rurales de Aires y La Pampa (Carbap) puntualizó que las intervenciones, cupos, trabas a la exportación de carnes y granos, fideicomisos que interfieren en la producción de trigo y distintos tipos de dólares el gobierno que se va maniató al campo, “no solo desde lo tributario, sino también en su capacidad productiva”.
Esperanza, comprensión y paciencia
Sobre el gobierno que se inicia Pino entiende que Milei pone al campo en un lugar preponderante. “Conoce las necesidades del campo, no solo para trabajar más tranquilo, sino para poder producir mucho más. Estamos seguros que va a tratar de corregir todas las variables posibles, de la manera más rápida para que el campo exprese su potencialidad. Se va a dar un cambio en la Argentina y el campo, como siempre, va a ser uno de los grandes puntales de esta nueva etapa”, se esperanzó.
Zorraquín señaló la distancia que suele haber entre dichos y hechos, pero valoró que se reconozca al agro como sector estratégico. “Se promete que la brecha se va a achicar o la van a sacar, que van a volver a poner un dólar competitivo y que superado cierto plazo la inflación va a bajar. Y si eso se da, van a bajar las retenciones. Ese discurso me entusiasma. Soy cauto, pero en relación a lo que había y podía proyectarse si ganaba Massa la expectativa hoy es muchísimo mejor”, subrayó.
El sector lácteo es uno de los de perspectivas internas y externas más complicadas
“Si llueve, no restringen más las exportaciones, se asegura la provisión de insumos (desde las PASO no hay importación de agroquímicos) y se corrige la brecha cambiaria, queda la esperanza que más tarde se quitarán las retenciones y habrá más paciencia, porque todos somos conscientes que lo que hay que trazar es un rumbo, que el déficit fiscal lo van a corregir. Mientras tanto el Estado le va a pedir al agro, a la energía y a otros sectores que sigan haciendo su aporte”,dijo Zorraquín.
Salaverri, de Carbap, apuntó: “si nos atenemos a la idea de Milei de quitar las restricciones a la comercialización y desburocratizar al agro, el camino es interesante, pero estará supeditado a que se pueda corregir la macroeconomía, que está totalmente desequilibrada. Un punto central para el sector será la política cambiaria. Abogamos por un dólar libre y unificado para que no se produzca la brecha que tanto afecta al productor, que paga un dólar para comprar y cobra otro al vender”. Igualmente, completó, habrá que tener “comprensión y paciencia; si las primeras medidas tienden a desburocratizar y liberar fuerzas, serán importantes”.
¿Baja el consumo interno?
Miazzo de FADA, cree que las actividades exportadoras serían las que primero vean los beneficios de la eliminación de regulaciones y restricciones. “Eso es muy positivo para granos, carnes y para algunas economías regionales”, apuntó.
A propósito de los rubros enfocados en el consumo doméstico, Miazzo precisó que la carne vacuna “probablemente pueda defender mejor el precio, incluso con un poder adquisitivo interno debilitado, debido a la escasez de oferta”. Eso, dijo, ya está generando buenos precios de cría y de invernada y sosteniendo el valor de la hacienda para faena. En cambio, el rubro lácteo estará en una situación más compleja.
La producción porcina y avícola, agregó Miazzo, “van a sufrir el efecto negativo de la devaluación. Hoy tienen poco volumen de exportación; del pollo se exporta el 10% de la producción, del cerdo, casi nada, con lo cual no se verán beneficiados en un primer momento. Pero con este nuevo esquema deberían ir incrementando su capacidad de exportación. Y en un escenario de carne vacuna cara pueden tener más aire en el mercado interno, que es lo que sucedió estos años: menor consumo de carne vacuna y crecimiento de la de cerdo y pollo”.
“Vamos a ver qué condiciones se dan con Milei, tanto en la unificación de la paridad cambiaria y en cuanto a las retenciones y, en algunos casos, estímulos a la producción, como economías regionales, lechería, cerdos, ovinos.Son sectores en los que van a tener que poner foco. En el resto (soja, trigo, girasol, maíz) es probable que las variables despeguen rápidamente. Y producciones como la frutícola y vitivinícola van a tener gran componente de mercado interno con la posibilidad que la inflación produzca un estancamiento y esos sectores reaccionen con mayor dificultad”, dijo por su parte Achetoni.
Producciones
En cuanto a producción granaria, Zorraquín señaló las buenas perspectivas para la región central (Pampa Húmeda) en función de las mayores lluvias y la consolidación de El Niño. La lechería, en cambio, “muestra una de las peores fotos de los últimos 30 años. Tambos chicos que se van cerrando y tambos grandes que están haciendo un esfuerzo financiero, vendiendo vacas o tomando créditos para pasar el mal momento, con costos mensuales que superan el 10/15% de sus ingresos”. Más allá de la foto, agregó, ante las crisis “la lechería es la actividad que tarda más en recuperarse”, debido a su alta dependencia del mercado interno y los vaivenes del mercado internacional de lácteos.
El 75% de la exportación de vacunos de Argentina tiene a China como destino
Sobre la ganadería vacuna de carne, el consultor especializado Víctor Tonelli vaticinó que se va hacia un escenario de caída de la oferta de carne, porque gracias a las lluvias y a la oferta forrajera se inicia un proceso de recuperación de los rodeos y retención de hacienda y, adicionalmente, vuelta a las recrías pastoriles a campo, que lleva mucho más tiempo que hacerlas a corral.
Según Tonelli, a la falta de hacienda derivada de la sequía (liquidación de cabezas y pérdida de 1,5 millones de terneros en el último año, por caída de los índices de preñez de las vacas) hay que agregar el tiempo necesario para producir kilos a pasto, el doble que si se realiza a corral.
“Habrá una restricción de oferta por este cambio de modelo productivo mucho más eficiente y rentable. Preveo una caída de 7 a 8 kilos de oferta de hacienda/carne vacuna, de los cuales podría estimarse que unos 6 kilos impacten en menor consumo interno de carne vacuna. Habrá unas 350.000 toneladas menos de carne vacuna”, dijo Tonelli.
“Los feedlots tendrían dificultades por escasez de terneros, lo cual haría muy altos el costo de reposición” (Víctor Tonelli)
Tonelli también anticipó que si la demanda exportadora tiene mayor capacidad de compra va a afectar a la capacidad del frigorífico consumero. “Eso va a generar ruido, impacto en el costo y en la inflación, pero será una situación inexorable” hasta tanto se sinceren las variables macroeconómicas. Ese contexto, explicó, favorecerá la exportación de animales más pesados. “Esas señales están claras, pero habrá que ver cómo dan las cuentas, porque los costos de producción también van a subir: combustibles, granos, tarifas y salarios subsidiados (por precios relativos)”, que deberían actualizarse, puntualizó. Y la alimentación a corral (feedlot) tendría dificultades por escasez de terneros, lo cual haría muy altos el costo de reposición. “Habrá 1,5 millón menos de terneros, más la menor oferta por retención de crías, ya que el criador venderá menos. Eso genera una caída adicional a la oferta habitual que se da de marzo a junio, implicando un mayor costo para el feedlotero”, precisó.
Bioeconomía
Sobre la Secretaría de Bioeconomía, el nuevo nombre de la cartera agrícola que asumirá Fernando Vilella, Pino destacó la calidad humana y académica del nuevo funcionario, aunque cuestionó el cambio de nombre y dejar de hablar de Agricultura, Ganadería y Pesca o Agroindustria.” Se ve que el secretario quiso innovar. Yo soy más tradicional y hubiera preferido mantener Agricultura o Agroindustria, pero está bien que el secretario arme su equipo”, consideró.
Fernando Vilella asumirá al frente de la «Secretaría de Bioeconomía»
Horacio Salaverri, de Carbap, dijo que los lineamientos de Bioeconomía son una mirada interesante. “La composición de su equipo es de origen académico y técnico. Si bien algunos de sus miembros son productores, están en un rol distinto. Hubiera sido interesante incluir, como parte del equipo, la visión de algún productor de base. Uno respeta a los académicos y a los técnicos. Siempre hay visiones distintas de aquel que está todos los días en la producción propiamente dicha”, opinó.
Achetoni, de FAA dijo que tuvieron contacto con Vilella y su equipo, pero no tienen conocimiento de medidas concretas. “Su gestión va a depender mucho de lo que quiera hacer Economía, pero hay que verlo andar”, observó. “Necesitamos que se entienda que las distintas escalas de producción necesitan herramientas distintas. La escala impositiva debe ser escalonada, progresiva, para que puedan existir, pequeños, medianos y grandes productores y todos puedan aspirar a tener rentabilidad y a sostenerse”, recalcó.
Teo Zorraquín caracterizó a Villela y su equipo como gente “seria y preparada”, pero sin experiencia en el sector público. “No sé cómo responderán”, planteó.
Fuente: infobae – campo
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