Algunas industrias aceiteras argentinas con base en la zona de influencia de Rosario ampliaron en hasta veinte puntos la tolerancia de recibo de grano verde en partidas de soja ante la restricción de oferta de la oleaginosa presente en la actual campaña.
Las plantas industriales de Vicentín en San Lorenzo y LDC Commodites en Gral. Lagos reciben partidas con una proporción de hasta 30% de grano verde, mientras que Renova (Timbúes) aplica un límite de hasta el 25%.
En tanto, Bunge, Cargill y Buyatti en Puerto Gral. San Martín, Bunge en Ramallo y LDC Commodites en Timbúes establecieron una tolerancia de recibo de grano verde de hasta el 20%, según las condiciones informadas por Williams Entregas.
La norma argentina de calidad para comercialización de poroto de soja establece una base de recibo de hasta 5,0% de grano verde con una tolerancia de hasta el 10,0% (porcentaje a partir del cual el comprador puede rechazar la mercadería). Cuando una partida supera el 5,0% de grano verde, se aplica un descuento de 0,2% por cada por ciento o fracción proporcional.
El grano verde en soja es un defecto producido por la presencia de clorofila en el grano cosechado. Suele producirse a causa de eventos climáticos estresantes, tales como restricciones hídricas acompañadas por altas temperaturas. En la última sequía importante registrada en la zona pampeana (2008/09) también se registró una elevada proporción de grano verde.
Argentina se encamina a tener una cosecha 2017/18 de soja de apenas 39,5 millones de toneladas, según estimaciones realizadas por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Se trata de una cifra inferior al volumen de soja procesado durante 2017 (que fue de 41,8 millones de toneladas).
La posibilidad de contar con soja proveniente de Paraguay para compensar el déficit de oferta local es limitada, de manera tal que la demanda este año está obligada a flexibilizar las condiciones de recibo de mercadería para evitar tener una elevada capacidad ociosa.