Las lluvias caídas durante el fin de semana en la principal región agrícola de Argentina “complicaron aún más el estado de los lotes de trigo que se encuentran transitando etapas vegetativas” y “en consecuencia, se estima que los excesos hídricos acumulados podrían generar nuevas pérdidas de área por 70.000 hectáreas, las cuales se suman a las 80.000 hectáreas” que ya se perdieron.
Estas 150 mil ha se concentran principalmente en las regiones Centro de Buenos Aires, Norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires, Sudoeste de Buenos Aires-Sur de La Pampa, Sudeste de Buenos Aires y Cuenca del Salado.
“Teniendo en cuenta las 150.000 hectáreas que quedaron fuera de la proyección inicial de siembra (5,5 MHas), la presente campaña registraría una merma total del área triguera de 300.000 hectáreas”, informó hoy la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en su Panorama Agrícola Semanal.
Además, la BCBA advirtió que “el 45 % de las 5.350.000 hectáreas incorporadas presenta una condición de humedad excesiva que no sólo afecta el crecimiento y desarrollo del cultivo, sino que también imposibilita la realización de labores de fertilización y control sanitario”.
Regionales
Según el PAS, realizado con datos recolectados hasta este jueves, en el NOA los lotes tempranos comenzaron a transitar etapas críticas de grano lechoso, siendo necesario contar con buena humedad en el perfil para abastecer los requerimientos hídricos del cultivo durante el resto del llenado de grano. Los rendimientos esperados relevados se mantienen dentro de promedio zonal, aunque lotes implantados en fechas tardías presentan una condición más regular.
En paralelo, en el NEA y Centro-Norte de Córdoba se relevó gran presencia de roya y pulgón, las cuales fueron controladas con aplicaciones terrestres durante la última semana. En ambas regiones las precipitaciones acumuladas mejoraron el estado hídrico del perfil y, en consecuencia, la condición de cultivo evoluciono favorablemente en lotes que se encuentran próximos a iniciar etapas de definición de rendimiento.
Por otra parte, en el centro del territorio agrícola también se relevaron ataques de roya anaranjada y mancha amarrilla producto del clima húmedo que continúa afectando a la presente campaña.
En el sur de Córdoba, si bien se registró una mejora en la condición hídrica de la región, todavía se relevan lotes con excesos hídricos principalmente en ambientes bajos que afectan el normal desarrollo del cereal.
Situación similar ocurre en el Centro-Este de Entre Ríos, región que presenta una condición de humedad que varía entre exceso y óptima.
Sobre los núcleos trigueros de Buenos Aires y La Pampa, la situación climática agravó el estado del cereal que se encuentra transitando etapas desde diferenciación foliar hasta principios de encañazón. Los excesos hídricos acumulados no sólo incrementaron las pérdidas de área, sino que también complican el acceso a los lotes para realizar aplicaciones de fertilización nitrogenada. La presión sanitaria es normal con presencia de enfermedades foliares como roya y mancha amarilla.