El Banco Nación anunció ayer que normalizará las operaciones con cheques de pago diferido la semana próxima.
La principal entidad colocadora de créditos al sector agropecuario, pyme y agente financiero de la provincia, suspendió los descuentos de cheques diferidos hasta que pueda subir las tasas para que converjan con las del mercado.
La decisión fue tomada porque la tasa de interés que el BNA cobraba a quien le liquidaba un cheque de pago diferido para retirar el dinero, había quedado más de diez puntos por debajo del resto de las tasas del mercado. Ahora, tras la suspensión, la van a subir.
Esta situación afecta principalmente a pequeñas y medianas empresas y a productores agropecuarios que cobran sus ventas con cheques a ejecutarse en 30, 60, 90 o más días. Como muchas veces no pueden esperar, el BNA se los rescata y les da el dinero cobrándoles una tasa.
La noticia generó resquemor e incertidumbre dado que se conoció en medio de la tormenta financiera, que vienen afrontando el Gobierno y el Banco Central por las presiones devaluatorias sobre el peso desde hace dos semanas.
Además, en paralelo, el Banco Nación dejó de ofertar sus créditos hipotecarios “Tu Casa”, una línea que contemplaba tasa fija. Hasta nuevo aviso, sólo otorgará los indexados por inflación, nominados en Unidades de Valor Adquisitivo (UVA).
Existen dos tipos de cheques: los comunes, que se pagan el día en que se presentan en el banco (y tienen una vigencia de 30 días a partir de la fecha en que fueron emitidos), y los de pago diferido, que son una orden de pago librada por un plazo que puede ir de uno a 360 días (vencen a los 30 días de la fecha establecida para su pago).
LOS CHEQUES DE PAGO DIFERIDO TIENEN ASÍ UNA FECHA CORRESPONDIENTE AL MOMENTO EN QUE SE LIBRARON Y OTRA QUE INDICA EL MOMENTO A PARTIR DEL CUAL PUEDEN COBRARSE. COMO EL BANCO ANTICIPA EL DINERO, TERMINA SIENDO UNA FORMA DE FINANCIAMIENTO.
El banco que conduce Javier González Fraga, como otras entidades del sistema financiero, no ha llegado a acomodar sus tasas y comisiones a los nuevos parámetros establecidos por el Banco Central, que subió la tasa de referencia del 27,25% al 40% en cuatro días hábiles.
En otras palabras, la situación con estos cheques -creados en 1995 para dar dinamismo al financiamiento productivo y engrosar el negocio financiero- estaba generando una pérdida al patrimonio del Banco Nación.