Reductane es el nombre de la startup que lidera Fernán Oscar Gizzi y cuya idea de negocio se centra en producir aditivos alimenticios naturales para el ganado bovino.
En su rol de biotecnólogo por la Universidad Nacional de Rosario y especialista en biología molecular, Gizzi contó a Agrofy News que su proyecto busca mejorar el rendimiento del sector ganadero y enfrentar una de las principales acusaciones que recibe el sector: la emisión de Gases Efecto Invernadero (GEI).
De esta forma, el proyecto resultó ganador de la competencia Planes de Negocios 2022, promovida por el Gobierno de Santa Fe y la Municipalidad de Rosario, junto a otras instituciones.
Qué es Reductane y cómo funciona
La fórmula de estos suplementos es el alga roja, un alimento que posee múltiples beneficios para la salud y que, en palabras del emprendedor, permite reducir entre un 80% y un 95% de los GEI producidos por las vacas. Se trata de un suplemento que se utiliza como agregado a la dieta normal de estos animales y en dosis que van de los 0,2 a 2%, según explicó el científico.
“Las vacas generan un gas que se llama metano. Se comprobó que sumando muy pocas cantidades de estas algas rojas a su dieta lo logran disminuir en grandes proporciones. Hace diez años que este alga está en estudio como alimento y se probó que mejora la salud de los animales, por eso queremos fabricarla en aditivos que luego serán comercializados”, explicó Gizzi.
La startup también está conformada por los biotecnológos Alan Blanc y Gonzalo Martinez Peralta, que trabajan junto a Gizzi en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR-CONICET-UNR), y por la antropóloga Alexandra Acosta, abocada a realizar aportes vinculados al impacto social y ambiental del proyecto. A su vez, con la meta de impulsar la arista de negocios, se encuentran en vías de incorporar a una quinta integrante proveniente del ámbito empresarial.
El cliente potencial de Reductane son, justamente, las empresas productoras de alimento balanceado para sectores como el engorde, feedlots y lecheras. Según explicó el emprendedor, hay alrededor de 600 firmas de este tipo en Argentina, las cuales muchas veces no llegan a abastecer a un mercado tan gigante como es el de los bovinos. “Por 100 kilos que come el animal, un 2% llevaría de nuestro producto y, aun así, siendo tan poco, es enorme el consumo que esto implica”, señaló.
Pasos a seguir
Si bien la iniciativa aún “está verde”, como dice la popular frase, las posibilidades de escalarla son muchas, siendo que se trata de un desarrollo novedoso para un sector que recibe críticas, como lo es la ganadería. El emprendedor consideró este punto como central a la hora de pensar en las potencialidades que se les abren a futuro.
“Los estudios dicen que el modelo ganadero actual se va a sostener varios años más, pero que estamos virando hacia otro esquema. De hecho, creo que la ganadería como sector se ve interpelada por nuevos avances que surgen en este sentido”, consideró el científico.
Como parte del premio por haber sido uno de los equipos distinguidos en el marco de concurso Planes de Negocio, accedieron a un espacio de coworking en la Siberia donde montarán una pequeña oficina para avanzar con el plan de trabajo. Otro de los puntos que contemplan por delante es continuar participando de trayectos formativos para mejorar los puntos centrales del proyecto y abrir su círculo a nuevos interesados, tanto personas que quieran formar parte del desarrollo como inversores.
“Queremos competir en distintas propuestas. Nos vamos a meter en convocatorias para intentar ganar premios, hacernos ver y, a mediano plazo, poder entrar en rondas de inversión”, contó Gizzi y agregó que está en conversaciones con fondos de inversión como el SF500 y que, de cara al año que viene, buscarán postular la iniciativa al concurso IB50K, una competencia con Base Tecnológica que desde el año 2009 promueve el Instituto Balseiro.