La FAO ha reunido a expertos de esta especie con la intención de ayudar a agricultores y responsables de la formulación de políticas para hacer un uso más estratégico y eficiente de un recurso natural.
En muchos lugares del mundo donde el clima es muy seco y donde no prosperan las especies forrajeras, los cactus resultaron ser un suministro crucial de alimentos, forraje y agua para la población local y su ganado.
“Si bien la mayoría de los cactus no son comestibles, las especies del género Opuntia (nopal) tienen mucho que aportar, en especial si se gestionan como cultivo en lugar de planta que crece silvestre. Hoy tiene importancia agrícola la subespecie Opuntia ficus-indica , cuyas espinas se han logrado eliminar, pero reaparecen si la planta sufre estrés” indican desde la FAO.
Esta especie fue introducida en 26 países más allá de su área de distribución natural. Su gran resistencia la convierte en un alimento útil de último recurso.
Para difundir los conocimientos sobre el manejo eficaz del nopal, la FAO y el Centro Internacional de Investigación Agrícola en las Zonas Secas (ICARDA) han presentado “Ecología, cultivo y usos del nopal“, (Crop Ecology, Cultivation and Uses of Cactus Pear), un libro con información actualizada sobre los recursos genéticos de la planta, rasgos fisiológicos, preferencias de suelo y su vulnerabilidad a las plagas.
“El cambio climático y la creciente amenaza de las sequías son razones importantes para promover el cactus al estatus de cultivo esencial en muchas áreas”, aseguró Hans Dreyer, director de la División de Producción y Protección Vegetal de la FAO.