El crecimiento que venía acumulando en la última década la cadena porcina se frenó en los últimos meses, de acuerdo con un estudio elaborado por el Ieral de la Fundación Mediterránea.
El informe, confeccionado por los economistas Juan Manuel Garzón y Valentina Rossetti, advierte que la producción de animales parece haber entrado en una meseta de la que le cuesta salir, con un consumo que refleja una tendencia estable o a la baja.
“Al cierre de 2019, la producción de carne está convergiendo a una tasa de crecimiento de entre 1,5 y 2,5 por ciento anual, una gran desaceleración en el ritmo de expansión que se traía desde hace más de una década: más de ocho por ciento promedio por año entre 2007 y 2018”, precisa el informe.
Con respecto al consumo interno de carne porcina, los economistas del Ieral precisan que se está ubicando cerca de los 15 kilos promedio por habitante, pero con tendencia estable o a la baja, que coincide con lo que está pasando con la producción y las importaciones. “Es probable que el año cierre con un consumo igual o levemente inferior al de 2018, lo que es toda una novedad si consideramos que el mercado interno venía creciendo a razón de un kilo por año desde 2012 hasta 2018”, grafica el estudio.
Inversiones y márgenes
A la hora de identificar las causas del menor dinamismo en la cadena, el estudio menciona a la ausencia de inversiones importantes en nuevas granjas y/o en ampliación de establecimientos existentes, lo que impide sumar más madres a la producción. Otra causa que puede estar influyendo tiene que ver con la productividad, ya que las granjas medianas y grandes se han acercado mucho a los estándares productivos de países líderes y las mejoras a las que se puede aspirar se van haciendo más pequeñas.
En cuanto a márgenes, y luego de un 2018 adverso, el ejercicio actual muestra matices.
«En los planteos caracterizados como de productividad baja (2.563 kilos / año) la recuperación de márgenes solo alcanza para reducir el rojo, las granjas llevan perdidos en promedio 2,8 pesos y 0,2 pesos por kilo de capón producido en lo que va del año (establecimientos de 250 y 500 madres respectivamente, a precios constantes de noviembre). Por su parte, las dos granjas denominadas de alta productividad (3.536 kilos / año) muestran márgenes positivos y superiores a los del 2018 (7,3 pesos y 9,2 pesos, promedio por kilo, 250 y 500 madres), acercándose bastante a los buenos resultados logrados en los años 2016/2017», precisa el informe.
