Finalmente el Gobierno nacional anunció el paquete de medidas que apuntan a generar un fuerte ahorro fiscal hasta diciembre de 2019. Los trascendidos de los últimos días se confirmaron, y se confirmó uno de los temores del sector agroindustrial: los derechos de exportación al sector agroindustrial desembarcaron con fuerza en la escena.
Tras el discurso del presidente Mauricio Macri, en donde reconoció que las retenciones son “un impuesto malo, malísimo, que va en contra de lo que queremos generar”, el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne anunció el nuevo esquema que gravará a las ventas externas del complejo agroindustrial argentino.
El funcionario anunció que para las exportaciones primarías se cobrarán $4 por cada dólar exportado, y para el resto, $3 por dólar. Dujovne anunció que el porcentaje de 26% que regía hasya ahora baja al previsto para 2019, un 18%. Así, la soja tributará un 28% en todos sus apartados, tomando como base una cotización de 40 pesos para la divisa norteamericana.
En el resto de los cultivos, los porcentajes de este gravamen oscilará de acuerdo al precio del dólar, pero con una base del 10%, según analistas granarios consultados por delsector.com. Es una muy mala noticia para quienes sembraron trigos, que registraron un área de siembra que se ubicó sobre las 6 millones de hectáreas. Por el lado del maíz, la decisión oficial de imponerle retenciones plantea un escenario de dudas sobre un incremento en el área implantada.
Un dato no menor es que en los dos últimos días del mes de agosto, los exportadores registraron operaciones cercanas a las 8 millones de toneladas. Resta ver cuál será el porcentaje de retenciones que se aplicará finalmente a estas ventas.
Por el lado de la carne bovina, y de acuerdo a fuentes vinculadas a la industria frigorífica, existe una alta incertidumbre sobre el porcentaje definitivo de este tributo. De todas maneras, reconocieron que será un duro golpe a la actividad, en el marco de los avances logrados en la mesa de Ganados y Carnes. Para la lechería, que busca abrir mercados para mejorar su rentabilidad, el anuncio de Hacienda constituye un auténtico problema.
En el apartado político, el ministerio de Agroindustria perderá su rango y pasará a ser Secretaría. Con un ministro que se opone a las retenciones, y golpeado por la pérdida de categoría de su cartera, el ministro afirmó que seguirá en su cargo.