Con la creación de un cuota de 3.500 t por mes para carne kosher, el volumen de embarques a todo destino podría alcanzar al equivalente de 50-55 mil t con hueso mensuales, 30% menos de lo que se colocó este año antes de la intervención oficial. Aún se deben realizar las asignaciones por empresas.
A través del decreto 513/21, publicado el sábado 14 de agosto, el Gobierno creó un cupo de 3.500 t por mes para exportar carne (kosher) a Israel. Este volumen se agrega al 50% de los embarques del segundo semestre de 2020 y a las cuotas asignadas a la Argentina (Hilton, 481, EE.UU. y Colombia) que habían quedado sin obstáculos.
A pesar de lo avanzado de la fecha, se mantiene el fin de los dos cupos para el 31 de agosto sin atisbos de lo que sucederá a partir de septiembre. Esto hace pensar que las restricciones continuarán; caso contrario, este decreto no parecería muy justificado.
También se exime a este nuevo cupo de las restricciones para exportar siete cortes, dos de los cuales componen el 25% del conjunto que habitualmente compra Israel.
Sobre la liberalización de la exportación de carne de vacas conserva, que fue otro amague prometido tiempo atrás junto al de la carne kosher, no hay novedades.
El decreto dispone que los ministerios de Agricultura y de Desarrollo Productivo deben definir la manera en que cada empresa podrá hacer uso de este nuevo cupo, de acuerdo a las exportaciones a Israel registradas en el primer semestre de este año, en forma “equitativa”, lo que puede tener interpretaciones diversas.
De esta manera, las exportaciones mensuales podrían alcanzar al equivalente de 50-55 mil t con hueso, 30% menos de lo que se exportó este año antes de las restricciones.