El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) tiene un compromiso con el Ministerio de Modernización de reducir en torno de un 8% su personal hasta abril del próximo año, según expresó a LA NACION su presidente, Juan Balbín.
Además, el organismo no repondrá vacantes por un año, salvo que sean estrictamente necesarias. En paralelo, ahorrará unos 70 millones entre el cambio de una ART; la modificación de estructuras jerárquicas para algunos directores de estaciones experimentales que ingresen por nuevos concursos, y menos gastos en algunas direcciones nacionales y en otros rubros. En las estaciones experimentales, que suman 51 en todo el país, hay una reducción de gastos.
Todo en un contexto en el cual, según admitió Balbín, las subas en combustibles, luz y gas presionan sobre los presupuestos de las distintas estaciones experimentales. Hizo extensiva la situación a las dificultades para el mantenimiento y la reposición de vehículos.
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«Estamos con los recursos justos, contando las monedas», dijo el presidente del INTA, que agregó sobre las tarifas: «Nos están pegando fuerte en luz, gas y seguridad. Las tarifas nos complican el presupuesto porque subieron su proporción sobre el resto de los recursos para funcionar de una experimental. A las experimentales les pedimos que racionalicen lo mejor posible», agregó.
Para este año, el INTA tiene un presupuesto de $6250 millones. De 7600 personas en diciembre pasado ya se fueron vía jubilaciones entre 250 y 300. La reducción seguirá. «El objetivo de Modernización con los retiros voluntarios (más jubilaciones) es llegar a abril del año que viene a 7000 (de dotación de personal)», señaló Balbín. «Hasta abril del año que viene no se van a reponer vacantes», añadió el titular del organismo, que no obstante aclaró que sí habrá ingresos en casos específicos necesarios.
Según señaló Balbín, pese al recorte de gastos, no habrá cierres de estaciones experimentales. «No pensamos cerrar ninguna», indicó.
Lo que sí se hizo, según detalló, es reordenar cómo se jerarquiza al director de cada experimental para los nuevos concursos que se hagan. Esto podría significar, según el titular del organismo, un «mínimo» recorte en el sueldo de los directores para los nuevos concursos.
Balbín también expresó que de 130 programas de investigación se bajará esa cantidad a algo más de 80. Aclaró que eso «no significará menos gente» trabajando en ellos, sino más eficiencia.
En este contexto, al presidente del organismo le preocupa, según dijo, hacer un INTA más «a disposición de la sociedad» y que «genere valor». En este punto, señaló que hay un equipo interdisciplinario de 40 personas pensando esta estrategia. «El INTA no está dando las respuestas que tendría que dar», dijo a modo de análisis del organismo.
Quejas gremiales
Desde la Asociación del Personal del INTA (Apinta), Mario Romero, secretario general, dijo que tiene «un panorama negativo» sobre la situación del organismo.
«Si no hay reposición de vacantes, en unos años nos vamos a encontrar como en los 90 y 2000, cuando perdimos una generación de profesionales», dijo.
«El INTA está paralizado, no tiene presupuesto para funcionar. Sus profesionales en el interior están limitando las salidas para ver a los productores», agregó el secretario general del gremio.
Fuente: La Nación