Durante la época invernal, la lombriz roja californiana que utilizamos para elaborar nuestro humus de lombriz, disminuye su actividad y reproducción. Por debajo de los 7ºC las lombrices dejan de alimentarse y a los 0ºC puede morir. Así también, los microrganismos (bacterias y hongos) que descomponen la materia orgánica disminuyen su actividad, por lo que se debe ser más cuidadoso el aporte de material a descomponer, para no provocar un exceso.
Lo más conveniente sería poder controlar la temperatura de la lombricompostera, para que se mantenga entre los 16ºC y 25ºC. Esto lo podemos conseguir mediante diferentes técnicas y estrategias:
– Si la lombricompostera se puede trasladar, ubicarla en un lugar protegido del frío exterior.
– Cubrir el lombricompostaje con materia orgánica seca (hojas y pasto seco, cartón o papel sin tintas ni plásticos, corchos, rastrojos) ya que puede actuar a modo de aislante térmico.
– Si tenemos un lombricario vertical, de más de 70 cm de altura, colocar materia orgánica con menor grado de fermentación (guano fresco, por ejemplo), aprovechando así el aumento de temperatura que se genera en el proceso de descomposición. Controlar muy bien la humedad y aireación.
– Disminuir el aporte de material a compostar, de tal forma que no se acumule de más y provoque acidez, fermentación o malos olores. Controlar muy bien la humedad y aireación también en este caso.
– En caso de regar la lombricompostera, hacerlo menos veces y con agua a unos 20ºC. En invierno la evaporación es menor, y por ello se conserva más la humedad.
– Aportar guano con menor proceso de fermentación si la lombricompostera tiene al menos 50 cm de altura.
– Se puede llegar a utilizar manta térmica o antihelada para cubrir la lombricompostera.
Mantener estas condiciones óptimas de temperatura en nuestra lombricompostera permitirá darle continuidad a la producción de humus todo el año.Para más información:
Analia Gopar