El Consejo directivo de CRA, en su reunión de la fecha quiere hacer pública su posición frente a la obscena demostración de corrupción sistémica que conmueve a la sociedad argentina.
La corrupción desatada en la investigación de los últimos días, muestra la vergonzosa actitud de empresas y empresarios, muchos de los cuales tuvieron puestos relevantes en las instituciones sectoriales y ahora esposados y silentes quieren hacerse pasar por víctimas.
Los que ayudaron a corromper el sistema, los que se beneficiaron con la obra pública, que se callaron durante los años del saqueo, los que aplaudieron en las primeras filas el relato y la mentira, le dicen a la sociedad que pusieron plata en negro, entregada en sótanos y a funcionarios de tercer categoría, pretendiendo hacer creer que estaban coaccionados a hacerlo.
Esas empresas y esas fortunas, guardan la macula de sus procedimientos, de la falta de integridad de sus dueños y líneas gerenciales, podrán haber hecho dinero, pero han perdido la honra, la coima que hoy los arrastra, debe ser reparada con el castigo ejemplificador de una justicia plena e independiente, que muestre, por una vez, «que el que las hace las paga».
Mientras los presos de hoy entregaban plata, el campo rechazó una a una, todas las medidas insólitas que nos azotaron en el pasado reciente, lo hicimos públicamente y cuando se agotaron las vías institucionales, fueron los argentinos honestos que salieron a rutas, plazas y pueblos a defender la República y la Institucionalidad.
Diez años se cumplen del rechazo de la Resolución 125, ejemplo, que al Poder se lo podía enfrentar en forma honesta, sin bolsos, sin pagos, sin corrupción, sin compra de voluntades, con la sola bandera de la razón y las leyes de la República.
No es la primera vez que una ilusión de una Argentina diferente se desmorona, por ello es que desde CRA, instamos a la Justicia a que actúe con celeridad e independencia y a la sociedad, que no olvide a los empresarios, a las organizaciones cómplices ni a los políticos vinculados, para que nunca más regresen, reciclados, a quitarnos el futuro a los argentinos de bien.