Desde hace ya 3 años, Advanta viene trabajando conjuntamente con el equipo de forrajes conservados de INTA Manfredi, para evaluar el comportamiento de sus materiales en la confección de silo y así complementar la adecuada recomendación de los híbridos.
En el marco de la tercera Jornada de Nutrición Animal, Advanta y el equipo de forrajes conservados de INTA Manfredi se refirieron a las mejores recomendaciones de manejo para conseguir los óptimos resultados en silo de sorgo y maíz.
Cuando se planifica la confección de silo para la alimentación animal, se plantea la alternativa de maíz o sorgo. Ambos cultivos tienen la propiedad de aportar la calidad necesaria para obtener altas producciones y sobre todo disponibilidad de volumen de forraje durante todo el año. Por eso la elección debe hacerse teniendo en cuenta las condiciones climáticas, el ambiente, pero principalmente el tipo de alimento que se requiere producir para los animales según el sistema de producción.
El maíz ha sido el cultivo tradicional para la producción de leche, y el sorgo tomo más protagonismo en la producción de carne, ya que se adapta muy bien para recría, cría, engordes a corral y últimamente se está viendo al sorgo con un papel importante en la suplementación de los rodeos de cría.
En lo que refiere al costo de implantación, se puede decir que es menor en el cultivo de sorgo, y si se tiene en cuenta que la cantidad de forraje que proporciona el sorgo es similar al maíz, el resultado económico por kilo de materia seca producida favorece a este cultivo.
El Ingeniero Marcelo De León, responsable del equipo de forrajes conservados del INTA Manfredi, en el marco de la tercer Jornada de Nutrición Animal organizada conjuntamente con Advanta, se refirió sobre los diferentes factores a tener en cuenta a la hora de lograr un silo de calidad y disminuir las perdidas en todos los pasos del proceso.
Los avances que se han obtenido a lo largo de los años en la producción de forrajes conservados se debieron principalmente en la evaluación y corrección de determinados factores de la confección, conservación y suministro de los mismos. El ingeniero comentó en su exposición que hace años atrás se obtenían 400 Kg. de carne por hectárea con un sistema de alimentación basados en alfalfa y verdeos de invierno, luego con la incorporación de silo de calidad para reemplazar los verdeos, se aumentó la carga animal por hectáreas por ende se pasó a producir 1.200 Kg. de carne por hectárea, pudiendo llegar hasta 2.000 Kg. de carne en caso de alimentar 100% con silo de calidad.
En primer lugar, para lograr el mayor rendimiento en silo es fundamental la correcta elección del hibrido. Esto está íntimamente relacionado al objetivo que se necesita alcanzar según el planteo productivo (silo de volumen o calidad). Segundo un adecuado manejo agronómico del cultivo para alcanzar los máximos rendimientos según el potencial. Tercero, la correcta confección del silo evitando pérdidas en todas sus etapas. Cuarto, una adecuada conservación y por último la distribución de la ración sin pérdidas significativas. Si se logra manejar adecuadamente cada una de estas etapas, se concluye en un aumento de la productividad representada en kilogramos de carne o litros de leche por cada kilo de materia seca.
Las pérdidas durante la confección de silaje, en algunos campos es muy grande llegando a ser del 30% al 40 %, para ello es importante evaluar donde intervenir para lograr mejores resultados. Uno de los puntos clave es la elección del momento de picado, el segundo el tamaño de picado, procesamiento de grano y la compactación del silo dentro de la bolsa. También se han detectado importantes pérdidas al momento de extracción y suministro por perdidas físicas, químicas y falta de balance de las dietas. Si se suman todas estas pérdidas se concluye que es muy significativa la merma a lo hora de alcanzar los objetivos de productividad deseados.
“Hoy estamos evaluando la tasa de desecación en cada cultivo para saber bien cuando es el momento óptimo de picado, el mismo tiene correlación con el mayor almidón disponible en el grano (1/4 a 1/2 línea de leche en maiz) y con la humedad del mismo que mejorará la fermentación. En sorgo ese momento se da cuando el tercio medio de la panoja está en estado de grano pastoso. La tasa de desecación de un cultivo también es importante a la hora de poder coordinar con antelación el trabajo del contratista que hará el picado. “comento el Ing. De León.
Otros indicadores con los cual se trabaja en el INTA, es la densidad, y el índice de procesado de grano, esto permite saber si el grano puede ser utilizado efectivamente por el animal. La densidad con la que se confecciona el silo es sumamente importante en el proceso de fermentación para lograr la mejor calidad del mismo, debido a que a mayor densidad lograda, menor es la porosidad y menor será la fase anaeróbica dando como resultado una mayor calidad del silo.
La calidad total de silo se lo va a dar el grano, por eso la elección del hibrido por potencial de rendimiento en grano es clave. Con respecto al aporte de MS que tienen las diferentes partes de la plantas es diferente. Por ejemplo en un maíz o en un sorgo granífero la hoja aporta aproximadamente el 15% del total de materia seca, el tallo un 35% y el grano el restante 50%, en el caso de los sorgo doble propósito incrementan el volumen de tallo pero aún así el aporte de grano sigue siendo importante con aproximadamente el 35% de materia seca. Pero si nos referimos a calidad, la mayor concentración de almidón está en el grano por ende el mayor aporte de grano en el silo aumentará la digestibilidad y el porcentaje proteico y como resultado se generará una mayor producción de carne o leche.
Pero no siempre se necesita calidad de silo, sino cantidad, dependiendo del sistema productivo. Vacas con alto nivel de producción (tambo) requieren silo de mayor calidad, en cambio vacas de cría con bajos requerimientos, se necesitan silo de volumen para poder generar forraje para que pasen el invierno. Por lo anteriormente dicho es fundamental evaluar el sistema de producción y sus requerimientos ante de tomar la decisión de qué tipo de silo se confeccionará.
El cultivo de maíz es más susceptible a años malos o ambientes medios a bajos afectando directamente su rendimiento en grano disminuyendo el aporte de materia seca al silo y su calidad y aumentando el costo de materia seca. En cambio el cultivo de sorgo, al presentar mayor rusticidad en los diferentes ambientes, aporta mayor seguridad y no afecta significativamente su rendimiento, disminuyendo la probabilidad de una caída en la materia seca producida para el silo. Hay que tener en cuenta que el manejo agronómico del cultivo de sorgo debe hacerse con similar tecnología que para el maíz, así se podrá manifestar el mayor rendimiento según el potencial del hibrido. Hoy Advanta proporciona una nueva tecnología para el control de malezas en el cultivo de sorgo. Igrowth es la primera tecnología de resistencia a herbicidas de la familia de las imidazolinonas, desarrollada íntegramente en la Argentina y para el resto del mundo. Esto permite que la competencia de malezas sea controlada y los híbridos puedan expresar su potencial de rendimiento.
Evaluaciones realizadas en el INTA Manfredi, han demostrado que el promedio de materia seca producida entre un grupo de más de 40 híbridos de maíz y sorgo no muestran diferencias significativas. Pero si se evalúan independientemente grupos de maíz se ha encontrado mayor variabilidad dentro del grupo de híbridos, con respecto a las evaluaciones de grupos de sorgo los que presentaron menor variabilidad. Esto demuestra la estabilidad y rusticidad del cultivo de sorgo frente a variaciones del ambiente.
La empresa Advanta junto al equipo del Ing. De León del Inta Manfredi están realizando evaluaciones de diferentes tipos de sorgo sembrados en intersiembra para la confección de silo, donde uno de los híbridos aportaría mayor calidad y el otro el volumen de materia seca necesario. La hipótesis que se quiere demostrar, es si la combinación de este tipo de híbridos (doble propósito + forrajero) aumentaría el volumen y calidad de un silo, además de proporcionar algunos beneficios como la protección contra pájaros del doble propósito ya que quedaría protegido entre el forrajero de mayor altura. Los ensayos se hicieron con dos modelos, el primero 50% doble propósito 50% forrajero y el segundo con 30% doble propósito y 70% forrajero.
“Esta Jornada de Nutrición Animal realizada en el INTA completó nuestra ruta de capacitación que comenzamos el día anterior en nuestro campo experimental de Venado Tuerto, donde pudimos presentar frente a más de 150 productores todas las novedades que tenemos para esta nueva campaña. Los nuevos híbridos de sorgos Igrowth son la expectativa de los productores para poder lograr los máximos rendimientos pudiendo tener un mejor control de malezas. Por otro lado el lanzamientos de nuevos maíces como el ADV 8413 Víptera ideal para siembras tardías, viene a completar nuestro portafolio junto a dos híbridos con resistencia a glufosinato de amonio como el ADV 8537 T de excelente potencial de rendimiento y perfil sanitario y el ADV 8560 T con excelente aptitud silera.” Comentó Tomas Sundblad, gerente de marketing y desarrollo de Advanta.