Las lluvias que se registraron en las últimas semanas en las principales regiones productivas del país, no sólo le pusieron fin a la peor sequía en décadas, sino que perfilaron al trigo como la estrella del año ante el fracaso de las cosechas de soja y maíz.
Si bien aún falta para el inicio de la siembra de trigo 2018/19, los analistas estiman que, de no ocurrir ninguna catástrofe climática, la producción se ubicará en torno a las 20 millones de toneladas con un área de implantación de unas 6 millones de hectáreas.
Estos números marcarían un récord histórico en la cosecha del cereal que se recuperó notablemente en las últimas dos campañas cuando se produjeron 18 y 18,5 millones de toneladas a partir de la eliminación de retenciones y la liberación de las exportaciones.
Las proyecciones alcistas de los especialistas se basan fundamentalmente, no solo en las últimas precipitaciones, sino también en los pronósticos de lluvias que rigen para los próximos meses que harían recomponer los perfiles de humedad en los suelos.
Además, en varias localidades del interior de la provincia de Buenos Aires (donde se produce el 70% del trigo nacional), los productores ya empezaron a encargar insumos, fertilizantes y semillas de cara a la siembra que comienza en alrededor de dos meses.
«Hay un gran optimismo en lo que hace a la próxima siembra de trigo y esto nos hace estar expectantes para que todos los actores de la cadena sean beneficiados», comentó a LPO, Diego Cifarelli presidente de la Federación de la Industria Molinera (FAIM).
El sector dedicado a elaborar productos de molinería fue el rubro agroindustrial que mayor cantidad de empleos generó en los últimos dos años pasando a tener más de 13 mil trabajadores versus 11.800 en 2015 (+12%), según datos del Ministerio de Trabajo.
«Somos optimistas en función de los objetivos que se trazaron para ser el supermercado del mundo», indicó Cifarelli. «Necesitamos que se aumenten los reintegros a la primera industrialización y un análisis de los costos logísticos y de competitividad», señaló.
«La marginalidad sigue siendo nuestro principal enemigo porque nos quita competencia. Hoy contamos con herramientas de control para recuperar los $ 5 mil millones que el Estado deja de cobrar por la evasión que hay en la cadena», agregó el titular de FAIM.
Por su parte, este lunes en el recinto de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en una nueva jornada con bajas para la soja, el trigo disponible cotizó a $ 4.400 por tonelada, mientras que la posición julio 2018 en el Rofex se negoció a u$s 220 por tonelada.
El 11 y 12 de mayo próximo en el Hotel Sheraton de Mar del Plata se realizará una nueva edición de «A Todo Trigo» donde se reunirán los principales referentes del sector con el desafío de posicionar al trigo argentino como una marca en el mundo.
«Hay que hacer un importante trabajo de promoción que la Argentina hoy no tiene a nivel internacional. Es más difícil mantener un destino que conquistarlo», explicó Leandro Pierbattisti, asesor de la Federación de Acopiadores de Cereales.
El Ministerio de Agroindustria creó el Programa «Abriendo Mercados» para capacitar a empresarios y exportadores. «Necesitamos estar presente todos los años en mercados tradicionales y en aquellos que se han conquistado recientemente», culminó Pierbattisti.