El carbunclo rural puede presentarse en rodeos de todo el país, aunque las zonas endémicas tienen relación directa con las características de los suelos ya que ahí quedan las bacterias en estado de esporos provenientes de bovinos infectados que mueren súbitamente y pierden sangre por las aberturas naturales.
“Si el pH del suelo es neutro o alcalino y hay determinadas condiciones de humedad y materia orgánica, los esporos sobreviven decenas de años a la espera de que otro animal los levante junto con los alimentos para volver a iniciar su ciclo. Por eso, la Cuenca del Salado y otras zonas bajas de Buenos Aires y de la región pampeana, tienen brotes de carbunclo. En general, en suelos ácidos la enfermedad no prospera”, afirmó el MV Ramón Pedro Noseda, referente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la temática.
¿Cómo influye el cambio climático? “Habitualmente, los brotes son esporádicos y propios de la contaminación del suelo, aparece uno aquí y otro a 300 km. En cambio, los epidémicos surgen uno al lado del otro y están relacionados con el desarrollo explosivo de tábanos, en días húmedos y calurosos, que pueden ser más frecuentes en los próximos años. Las hembras de la especie pican a los animales enfermos, pudiendo volar hasta 15 km para luego picar a otros bovinos sanos e incluso a las personas, transmitiendo el mal”, explicó.
En 2021, hubo un solo caso en los 30 partidos bajo monitoreo de la provincia de Buenos Aires, fue en Saladillo, donde el último evento había ocurrido en 2015, corroborando así que las esporas persisten durante años en sus suelos hidro-halomórficos esperando cumplir su ciclo natural. Este dato, sin embargo, es alentador frente al 10% de positividad promedio contabilizado en el área desde 1977, año en que comenzó a llevarse registros.
Récord en producción de vacunas
En cuanto a la vacunación, los nueve laboratorios elaboradores del país produjeron 36.755.070 dosis en 2021, unas 7.260.030 dosis más que el año anterior, marcando así un máximo histórico no solo por la puesta en marcha de la vacunación obligatoria sino por tratarse de una de las vacunas más económicas y eficientes del mercado veterinario argentino.
En Buenos Aires desde el 1º de enero del 2021, la autoridad sanitaria decidió que toda la hacienda en traslado por el territorio provincial debe estar vacunada contra carbunclo, en base a las normativas vigentes (Ley 6703/61-Res 115/14). Según información oficial, desde principios de marzo a fines de ese año fueron vacunados 11.787.396 bovinos, evidenciando avances significativos en la inmunización del rodeo bonaerense. En tanto en Santa Fe, la vacunación es obligatoria desde 2014 (Res. 1007/2014).
Con respecto a los resultados de la vacunación, un ejemplo interesante es el de Azul (Zona de Alerta y Respuesta). En este partido, desde 2004 a 2014 se inmunizaron en forma voluntaria y simultánea, aftosa-carbunclo, más de 4 millones de bovinos sin registrarse inconvenientes en los animales, para luego continuar con la práctica obligatoria como en el resto de la provincia. Desde 2013 la zona no presenta brotes de carbunclo en bovinos ni humanos.
Para finalizar, Noseda destacó que no se ha cuantificado el impacto que tendrá el cambio climático en el carbunclo, aunque los pronósticos son negativos. “Por lo pronto, es un motivo más para que la cadena de la carne tome conciencia: los productores deben vacunar; los veterinarios y laboratorios de diagnóstico, denunciar los casos y los organismos oficiales, fiscalizar el cumplimiento de las leyes. Es la única manera de controlar el mal”, concluyó.