El efecto de la seca y el incremento en los costos de producción han impactado en los rodeos bovinos de la región central argentina. En el caso del NOA, esta situación no se percibió tan fuerte, pero hizo que los ganaderos ajustaran al máximo sus planteos productivos.
En el norte argentino, el uso eficiente de las pasturas en bovinos de razas sintéticas es la llave que permite ganar kilos, combinadas con el uso de pasturas megatérmicas como gatton panic, grama rhodes y buffel grass. “Son de alta producción y nos permite hacer animales a un costo de cuatro pesos por kilo”, graficó el veterinario Javier López López, referente de producción bovina de la consultora agropecuaria Gauchos.
Para el especialista, el manejo de pasturas en esquemas de recría en esta región se puede abordar por tres caminos. Uno de ellos consiste en aprovechar al máximo el recurso pasto, sin recurrir a la suplementación. “Es eficiente, pero al ser estacional se concentran las ventas en un solo período”, destacó.
La segunda opción es el encierre a corral, que incrementa sensiblemente los costos. Una tercera alternativa radicaría en el uso de pasturas, combinadas con suplementación, que si bien puede presentar alguna merma en la productividad, constituye una opción viable para terminar animales pesados.
En el caso de suplementación proteica, López López destacó la eficiencia de la semilla de algodón y el expeller de soja. Como estrategia de producción, señaló que una alternativa tras la recría es ingresar los bovinos a corrales por espacio de 120 días, para sacarlos con 400 kilos.
“En los corrales más eficientes, la conversión es de 6,3 kilos en base seca por kilo de carne producido, con una ganancia de peso de 1,2 kilos/día y un costo de 25-26 pesos”, sintetizó el veterinario.